En julio pasado, la Fiscalía de Barcelona solicitó una pena de ocho años y dos meses de cárcel, así como una multa de 23,8 millones de euros para Shakira, acusada de seis delitos contra la Hacienda pública por defraudar 14,5 millones de euros entre los años 2012 y 2014, simulando que no residía en España.
Dos meses después, la cantante colombiana habla por primera vez y en exclusiva para la revista ELLE, dijo que ir a juicio es “una cuestión de principios”.
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¿El Fisco busca dañar la reputación de Shakira?
“Incluso sin pruebas que respalden estas afirmaciones ficticias, han recurrido a una campaña de prensa lasciva para tratar de influir en la gente y ejercer presión en los medios junto con la amenaza de daños a la reputación para forzar acuerdos de conciliación”, expresó la intérprete de La Tortura.
Dijo que “es bien sabido que las autoridades fiscales españolas hacen esto a menudo no sólo con personas conocidas como yo, sino que también sucede injustamente con otros contribuyentes anónimos. Pero confío en que tengo suficientes pruebas para respaldar mi caso y que la justicia prevalecerá a mi favor”.
La barranquillera de 45 años aseguró que luchará por lo que cree y sostuvo que las acusaciones en su contra son falsas. "Tengo la confianza de haber hecho las cosas de la manera más correcta y transparente desde el primer día".
Fue 23 de julio pasado cuando el ministerio público presentó su escrito de acusación ante la Justicia catalana, después de que la artista rechazara el último acuerdo de la Fiscalía para rebajar las penas y evitar el juicio.
Shakira ya devolvió los 14,5 millones que le exigía la Agencia Tributaria y otros tres de intereses, por lo que se le ha aplicado la atenuante muy cualificada de reparación del daño para reducirle la pena, que podría ascender hasta seis años de prisión por cada delito.
Como ninguna de las penas solicitadas supera los dos años de cárcel y carece de antecedentes, en caso de una eventual condena, Shakira podría beneficiarse de una suspensión de la sanción y evitar entrar en prisión.
El pasado mes de mayo, la Audiencia de Barcelona avaló la decisión del juez de enviar a Shakira a juicio, ante los indicios de que residía en España “de manera habitual” entre los años 2012 y 2014: primero en la capital catalana y después en una vivienda de la localidad de Esplugues de Llobregat (Barcelona) que compró con su ex pareja, el futbolista del FC Barcelona, Gerard Piqué, a través de una sociedad.
El pasado mes de mayo, la Audiencia de Barcelona avaló la decisión del juez de enviar a Shakira a juicio, ante los indicios de que residía en España “de manera habitual” entre los años 2012 y 2014: primero en la capital catalana y después en una vivienda de la localidad de Esplugues de Llobregat (Barcelona) que compró con su ex pareja, el futbolista del FC Barcelona, Gerard Piqué, a través de una sociedad.
La acusación mantiene que, al haber residido en España más de 183 días al año, Shakira "era residente fiscal en España y tenía la obligación de tributar por la totalidad de su renta mundial", tanto respecto al IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) como al impuesto del patrimonio.