Eugenio Derbez cree que su accidente fue un mensaje del universo

“Yo creo que esto que me pasó fue para algo y estoy tratando de encontrar el para qué fue. Creo que tiene mucho que ver con que fue un año muy ocupado. Los últimos seis meses no estuve prácticamente en mi casa más que dos ocasiones para cambiar maleta y, a pesar de que estaba muy feliz por todo lo que ha pasado desde principios de año con CODA, todos los premios que se llevó, todas la ceremonias a las que fui, incluida por supuesto el Oscar, y luego hice una película y luego hice gira de El Valet, la promoción de la película, y luego tres series.

“Estaba yo feliz por el trabajo, pero me sentía un poco ahogado. Me sentía un poquito como en la cárcel, de no tener vida ni poder tener días libres ni eso… una vida”, expresó Eugenio visiblemente disminuido en lo físico pero con ánimo de compartir su historia.

“Creo que este accidente pasó por eso, de alguna manera era el universo o quizá mi alma pidiendo parar, nomás que sí se le pasó la mano, la verdad”, afirmó el actor de 61 años, quien estuvo acompañado “detrás de cámaras” por su esposa, Alessandra Rosaldo, para realizar la transmisión.

¿Cómo pasó el accidente de Eugenio Derbez?

“El hecho es que faltando un día para regresar a mi casa, después de todos esos meses de trabajo fuera, fue cuando me sucedió esto”, recordó.

Eugenio Derbez contó que el mes anterior al accidente estuvo realizando actividades “muy arriesgadas”, incluso más arriesgadas en apariencia que las circunstancias en las que se dio el accidente.

“Me encanta la adrenalina. Un día antes del accidente estuve con mi hijo en un río lleno de cocodrilos sacando videos de cocodrilos y no me pasó nada. Y una noche (antes) de que regresara a mi casa, en un pueblito en Georgia, mi hijo me dijo: ‘Oye, papá vamos a jugar realidad virtual’”, contó el actor.

La idea de Eugenio era un plan más tranquilo, como ver una serie pero al final se dejó convencer.

“Me convenció, me lo puse (el visor de realidad virtual) y de repente tuve este accidente estúpido. Luego en los últimos tres hospitales en los que he estado me han dicho: ‘No sabes la cantidad de pacientes que llegan aquí con fracturas y cortadas por jugar con realidad virtual’”, indicó.

“En el visor estaba en un edificio como de 100 pisos hasta arriba, era lo que yo estaba viendo. Estaba yo parado en una tabla pequeña y de repente me tropecé con algo que había en el piso y a la hora de que camino, que doy un paso fuera de lo que mi mente y mi cerebro registraba donde tenía que estar parado, en el momento en el que siento que me tropiezo y me salgo de ahí, la realidad virtual hace que yo empiece a caer al vacío por esos 100 pisos”, contó Eugenio.

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El desconcierto que le generó el juego de realidad virtual fue tan grande que, dado que lo que su cerebro registraba no coincidía con su entorno, al querer reaccionar no lo hizo teniendo en cuenta el espacio donde se encontraba, sino a lo que estaba viendo.

“Y no sé cómo moví los pies y me fui a dar con unos escalones y me caí con todo mi peso sobre unos escalones y creo que pega primero mi codo y al caer con todo mi peso, el codo empuja al húmero hacia arriba y se me salió, no me rompió la piel, pero sí salió hasta acá (altura de la cara), y en su camino rompió todo lo que había ahí”, describió el actor.

Eugenio recuerda que escuchó como si cayeran ramas secas y supo que era una fractura múltiple muy seria. En ese momento su hijo (a quien nunca mencionó por su nombre), lo levantó para ayudarlo y la reacción del actor fue pedirle que lo llevara a un hospital y se dirigieron al coche antes de que se desmayara.

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En el primer hospital donde lo atendieron no pudieron hacer nada por él más que acomodarle el brazo que estaba dislocado, por lo que tuvo que estar sedado una semana para poder soportar los primeros dolores antes de llegar a Los Ángeles donde finalmente fue intervenido.

“Fue un viaje aterrador de más de 12 horas por carretera, luego dos vuelos muy largos para llegar a Los Ángeles directamente al hospital”, explicó. Ahí lo recibió Alessandra Rosaldo, quien luego de que Eugenio dijo que tuvo cinco fracturas grandes y al menos unas 10 pequeñas, mostró una de las placas que le hicieron después de la operación.

En la imagen se aprecia la cabeza del húmero atravesada por entre 14 y 20 tornillos, según dijeron. De ahí la necesidad de que Eugenio siga tomando fuertes sedantes que le permitan soportar el dolor, pero lo mantienen dormido la mayor parte del día, por lo que despierta para comer y de nueva cuenta toma el medicamento para seguir descansando, fuera de combate.

La recuperación, según dijo, durará entre seis meses y un año y no tiene garantizado el que recupere la movilidad al 100 por ciento.

“Me costó mucho trabajo hacer este live porque bañarme, pararme, todo es un circo. Voy a seguir un poquito alejado. Quería hacer este live para informarlos y voy a seguir desconectado un poquito y cuando me sienta para hacer redes lo haré”, explicó.

“Algo nuevo que me pasó a raíz de este accidente es que me he vuelto muy sensible. Antes no lloraba por nada y ahora lloro por todo”, reconoció Eugenio, quien también lamentó el que el accidente haya sido en su brazo derecho porque es el brazo con el que hace todo.

“Intenten lavarse los dientes con la izquierda, comer y limpiarse con la izquierda y verán el infierno por el que estoy pasando”, afirmó.

Antes de terminar el live, Eugenio Derbez aprovechó para hacer promoción de sus más recientes proyectos: el documental 13:14 que le produjo a Juanpa Zurita, la película Cuando sea joven, de la que también es productor y marca el regreso de Verónica Castro al cine y, de paso, la gira 90’s Pop Tour de su esposa, Alessandra Rosaldo, a quien le agradeció en todo momento.