Kourtney respondió ahora a estas críticas explicando que Boohoo la abordó con la propuesta de convertirse en una embajadora sostenible y, aunque sabía que aceptar el trabajo le causaría problemas, también cree que no se gana nada dándole la espalda al sistema 'fast fashion' porque no va a desaparecer por arte de magia.
Su intención con esta colaboración, que ella misma ayudó a diseñar, es arrojar luz sobre el impacto que el consumo de moda rápido tiene en el planeta y, de paso, presionar desde dentro para que Boohoo comience a hacer cambios. También está abierta a escuchar recomendaciones de expertos en la materia.
"Quiero ayudar y, por mi experiencia hasta ahora con el equipo con el que trabajo en Boohoo, ellos también. Más adelante explicaré más sobre esos cambios, y sobre cómo hemos hecho esta línea más sostenible, y lo que he aprendido que nosotros como consumidores podemos hacer para ayudar", prometió.