Recientemente han surgido dudas respecto a la situación económica de la monarquía británica, después de que la reina Isabel II pusiera en renta a través de Airbnb, una propiedad de su finca de Norfolk, donde la realeza suele pasar la Navidad.
De acuerdo con información de DailyMail, ésta no sería la única propiedad que la reina ha puesto en renta, ya que también empezó a ofrecer reservas económicas -por tan sólo 15 libras esterlinas por noche- en las pintorescas cabañas de su finca de Balmoral, en Escocia.