Jennifer Lawrence hizo una de las confesiones más reveladoras y, seguramente, más dolorosas de su vida hasta ahora. La ganadora del premio Oscar, de 32 años reveló a la revista Vogue que sufrió dos abortos involuntarios.
La estrella de Silver Linings Playbook dijo que tuvo su primer aborto involuntario a los 20 años y que tenía 'toda la intención de interrumpir su embarazo.
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Cuando se casó y quiso tener un hijo, añadió que tuvo un segundo aborto, por lo que tuvo que se someterse a un tratamiento D y C -término para designar el procedimiento quirúrgico para extraer tejido del útero-.
Jennifer afirmó que el lamentable momento ocurrió mientras rodaba la sátira sobre el cambio climático, Don't Look Up, junto a Leonardo DiCaprio, que se estrenó en diciembre de 2021.
La actriz es una ferviente impulsora de la maternidad, pues según declaró a la publicación, le resulta difícil comprender por qué mujeres jóvenes, con pocas opciones, se han visto obligadas a tener embarazos no deseados.
"Recuerdo haber pensado un millón de veces en ello mientras estaba embarazada. Pensando en las cosas que le estaban pasando a mi cuerpo. Y tuve un gran embarazo. Tuve un embarazo muy afortunado. Pero cada segundo de mi vida era diferente. Y a veces se me ocurría: '¿Y si me obligaran a hacer esto?", señaló la protagonista de Los Juegos del Hambre en referencia a la decisión de la Corte Suprema de anular la sentencia conocida como Roe v. Wade, que desde 1973 garantizaba el derecho al aborto en el país.
En la misma entrevista, dijo por primera vez públicamente el sexo y el nombre de su bebé: un niño llamado Cy en honor a uno de los pintores favoritos de su marido, Cooke Maroney, el pintor estadounidense de la posguerra, Cy Twombly.
"Recuerdo haber paseado con una de mis mejores amigas a los nueve meses y decir: 'Todo el mundo dice que voy a querer más a mi bebé que a mi gato'. Pero eso no es cierto. Tal vez lo ame tanto como a mi gato'... la mañana después de dar a luz, sentí que toda mi vida había vuelto a empezar. Como si ahora fuera el primer día de mi vida. Me quedé mirando. Estaba tan enamorada".
Y añadió: "También me enamoré de todos los bebés del mundo. Los recién nacidos son tan increíbles. Son esos pequeños supervivientes rosados, hinchados y frágiles. Ahora amo a todos los bebés. Ahora escucho a un bebé llorando en un restaurante y pienso: 'Awwww, preciososssso….'".
La ganadora del Oscar también se sinceró sobre los desafíos emocionales de ser mamá primeriza. “Da tanto miedo hablar de la maternidad. Solo porque es muy diferente para todos”, explicó. “Si digo: 'Fue increíble desde el principio', algunas personas pensarán: 'No fue increíble para mí al principio' y se sentirán mal. Afortunadamente, tengo muchas amigas que fueron honestas”.