Olivia Wilde tuvo que recortar las escenas de sexo del tráiler de su nueva película Don't Worry Darling porque considera que vivimos en una "sociedad puritana".
La directora y actriz contó a Associated Press cómo la Asociación Cinematográfica le exigió que recortara algunas de las escenas para aprobarla.
"Hubo que quitar muchas cosas del tráiler. La MPA se puso muy dura conmigo y con el tráiler en el último segundo, tuve que cortar algunas tomas, lo que me disgustó porque pensé que lo hacía más atractivo. Pero, por supuesto, seguimos viviendo en una sociedad muy puritana. Creo que la falta de erotismo en el cine americano no es algo nuevo. No se habla mucho acerca del placer femenino, a menos que se trate de cine queer".
La estrella de 'Dr. House' considera que en muchas películas queer se permite a los personajes femeninos tener más placer y que, incluso, el "público no es tan puritano como las empresas creen que es".
"Y, sin embargo, la gente se molesta. Quiero decir que la gente ya está molesta conmigo por esto. Queremos ser provocativos. La idea es que no te sientas seguro", añadió Olivia.
La actriz, que sale con la estrella de su nueva película, Harry Styles, se involucró en una guerra de palabras pública con Shia LaBeouf, que inicialmente interpretaría al protagonista masculino.
Sin embargo, durante el "proceso", Shia "no se ajustó a la ética que yo exijo en mis producciones" después de que el papel se modificara y su novio Harry Styles se quedara con él".
El artista británico interpreta al personaje Jack, junto a la estrella principal Florence Pugh, quien se dice tuvo tensiones con Shia en el set de 'Don't Worry Darling'.
El actor aportó supuestas pruebas que refutan las afirmaciones de Olivia, entre ellas un correo electrónico que envió a la directora y un video que aparentemente le envió ella, que según él demuestran que se marchó de la película en lugar de ser despedido.