La recepción por parte de la crítica del thriller psicológico y de ciencia ficción de Olivia Wilde, Don't Worry Darling , protagonizado por Harry Styles y Florence Pugh, fue de regular a mala, mientras que el frenesí de los escándalos en torno a la película y la conversación en redes sociales que le han rodeado ha sido cautivador para el público.
Mientras que Florence ha sido elogiada por su papel de Alice, una "ama de casa de los años 50 que vive con su esposo [Styles] en una comunidad experimental utópica", la actuación del artista británico como Jack ha sido etiquetada como "pesada" y "robótica".