Hace unos días, Kevin Federline, ex marido de Britney Spears declaró para el canal británico ITV que los dos hijos de ambos no quieren ver a su mamá no obstante que viven cerca de la casa de ella, en Los Ángeles, California.
Según trascendió, la llamada Princesa del Pop y su esposo, Sam Asghari, abandonaron recientemente la mansión de la cantante en Thousand Oaks y se mudaron a una nueva casa en Calabasas, California, valuada en 11.4 millones de euros.
"Los chicos han decidido no verla, por ahora", declaró Federline en la entrevista. "No la ven desde hace unos meses. Tomaron la decisión de no ir a su boda", resaltó.
En medio de este panorama, el ex guardaespaldas de Britney Spears, Fernando Flores platicó que Sean Preaston, de 16 años y Jayden James, de 15, lloraban cuando sabían que debían ir a casa de la artista para convivir por unos días.
En entrevista exclusiva para el medio británico The Sun, dijo: “Se emocionaban cuando los llevaba de regreso a la casa de su papá y saltaban en el asiento trasero. Cuando los recogí para llevarlos a la casa de su mamá, apenas decían una palabra. Hubo una vez que empezaron a llorar y me dijeron que no querían ir. No dijeron por qué”.
Fernando Flores consideró que ellos "preferían estar con él (con su papá). Una de las razones por las que querían estar con Kevin era porque había otros niños en su casa, así que tenían gente con quien jugar”.
Recordó que en la casa de Britney Spears sólo tenían a las dos niñeras que trabajaban en rotación, y un equipo de tres o cuatro guardaespaldas.
“Britney pasaba mucho tiempo en su jardín, en medio de su casa, fumando cigarros en cadena. Ella siempre esperaba ver a sus hijos pero, una vez que estaban allí, no sabía qué hacer con ellos”, reveló.
Fernando Flores renunció a su trabajo después de ocho meses. Según ABC News, él demandó a Spears después de afirmar que la estrella del pop lo acosaba sexualmente.
