El pasado fin de semana, Jennifer Lopez y Ben Affleck reunieron a su familia y amigos más cercanos en la finca que el actor tiene en el estado de Georgia para su segunda boda, cuyas actividades se duraron hasta el domingo, día en el que el matrimonio y sus invitados disfrutaron de un brunch.
Una vez que terminó el evento, un "exhausto" Ben volvió a casa en un jet privado junto a sus tres hijos, Violet, Seraphina y Samuel, así como su buen amigo Matt Damon y su esposa, Luciana Barroso.
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El actor fue fotografiado el domingo por la noche mientras lo llevaban a un aeropuerto privado. El también director de 50 años estaba acompañado de un policía de la ciudad que bloqueó las entradas a las instalaciones para tratar de mantener alejados a los fanáticos y fotógrafos, pero los paparazzi lograron captar que Ben apenas podía mantener los ojos abiertos.
En las fotos Ben parece exhausto e incapaz de sostenerse. TMZ informó que Jennifer Lopez también viajaba en la camioneta, sin embargo, ella no se ve en las tomas.
A diferencia de lo que muchos podrían pensar, la diva del Bronx y el director ganador del Oscar no tenían previsto hacer otro romántico viaje, como segunda luna de miel derivada de estos últimos festejos.
Hay que tener en cuenta que en realidad Ben y Jennifer se casaron legalmente el mes pasado, cuando optaron por un evento rápido e íntimo en una capilla de Las Vegas para convertirse en marido y mujer.
Aunque el pasado fin de semana, el jardín de la casa del intérprete fue el escenario de una romántica y emotiva ceremonia, oficiada por su amigo Jay Shetty, realmente el acto no fue más que uno de carácter simbólico, al que por cierto no acudieron Casey Affleck, hermano del novio, ni Jennifer Garner, ex esposa del astro de Hollywood.
La mediática pareja disfrutó de su luna de miel a finales de julio con un extenso viaje por Europa, el cual dejó grandes momentos para el recuerdo. Los paparazzi captaron a los dos enamorados en situaciones chistosas, hasta el punto de que la imagen de Ben durmiendo con la boca abierta en la cubierta de un barco terminó convirtiéndose en uno de los memes del verano.