La muerte de Olivia Newton-John ocurrida este lunes 8 de agosto a los 73 años entristeció a seguidores y colegas de la cantante y actriz australiana, a quien le reconocen y la recordarán por sus virtudes como ser humano y por el legado artístico que dejó y que, en su momento, la consagró como una estrella de cine admirada y muy querida.
Sin duda alguna, el personaje de Sandy Dee que interpretó en la película Vaselina, de 1978, consiguió que la actriz australiana se ubicara en la categoría de los "inmortales" del cine desde hace muchos años, pues tanto su actuación como las canciones y bailes que realizó, muchos de ellos junto a su coestrella y gran amigo, John Travolta , se volvieron favoritos del público y un referente en la cultura pop.