Cuando la serie Game of Thrones se emitió por primera vez hace más de una década, ganó fama casi instantáneamente, en gran medida, por su abundante y explícita representación de la violencia, que en ocasiones rayaba en el género gore, y sus frecuentes desnudos que fueron considerados como “gratuitos” por algunas voces. Esto, sin embargo, será diferente en House of The Dragon , precuela del programa inspirado en los libros de George R. R. Martin.
Y es que si desde los primeros episodios de Game of Thrones hubo escenas de sexo, historias de violación, incesto, violencia gráfica y asesinatos (incluso de niños), las cosas serán diferentes con la nueva producción de HBO Max, ya que 11 años después, los tiempos han cambiado y el movimiento MeToo influirá de forma significativa en las nuevas historias que se desarrollarán en el mundo de Westeros. Atención: Esta nota aborda situaciones que podrían revelar ciertos detalles de la trama.