El pasado mes de junio, Britney Spears por fin pudo cumplir su sueño de casarse con Sam Asghari en una ceremonia que la pareja celebró en su casa de Thousand Oaks, en California. Al margen de la inesperada aparición de su primer esposo Jason Alexander, que se coló en la propiedad exigiendo verla, parecía que todo había salido justo como lo deseaba la novia.
Sin embargo, la boda que tenía en mente Britney era muy distinta. Inicialmente ella quería casarse en una iglesia católica, según reveló ahora a través de su cuenta de Instagram, a pesar de que creció siendo educada en la fe de los baptistas sureños.
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Sus planes se vieron truncados por la pandemia del coronavirus, que obligó a clausurar el recinto. Aunque ella no se dio por vencida, llegado el momento se topó con otro obstáculo igual de inesperado.
"Quería ir a misa todos los domingos. Era un lugar precioso y dijeron que estaba cerrado temporalmente debido al covid", explicó la estrella del pop en un mensaje que publicó en la famosa red social.
"Dos años más tarde, cuando quise casarme allí, me dijeron que tenía que ser católica y superar además un examen. ¿No se supone que la iglesia debe abrir las puertas a todo el mundo?", cuestionó.
Britney no ha aclarado cuál fue el templo que le dio la espalda, pero sus seguidores han aplaudido su valentía a la hora de plantar cara a todos los que se interponen en su camino ahora que ya no está limitada por la tutela legal a la que vivió sometida hasta hace poco.
Britney Spears se casó el jueves 9 de junio con el modelo y entrenador personal Sam Asghari, en una ceremonia privada a la que sólo asistieron 60 invitados. De acuerdo con información de la revista People, personalidades como Drew Barrymore, Madonna, Paris Hilton y Kathy Hilton, acompañaron a la feliz pareja durante el día más importante de sus vidas.
Según las fuentes, Spears lució un vestido de la famosa casa de moda Versace y caminó hacia el altar al ritmo de Can't Help Falling in Love de Elvis Presley.
"Estoy muy extasiado de que haya llegado este día y se hayan casado. Sé que él quería esto desde hace mucho tiempo. Él es tan cariñoso y apoya a Britney cada paso del camino", dijo el representante de Asghari, Brandon Cohen, a la publicación después de la ceremonia.
Sus hijos Sean Preston, de 16 años, y Jayden James, de 15, no asistieron a la boda pero están "felices" por su madre, según dijo un abogado de Kevin Federline. Este es el tercer matrimonio de Britney Spears, pues anteriormente se casó con su amigo de la infancia, Jason Alexander, y con el bailarín.