La cantante Jennifer Lopez protagonizó este domingo en Las Vegas la cuarta boda de su historial amoroso, compartida nada menos que con el hombre que había sido su prometido hace casi 20 años, Ben Affleck. Se trata, en el caso del intérprete, de su segundo paso por el altar tras su extinto matrimonio con Jennifer Garner, mamá de sus tres hijos.
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Pese a que ambos cuentan con una trayectoria muy variada en el plano del amor, lo cierto es que hay quienes confían en que el mediático enlace de Ben y Jennifer, quienes estarían planeando una segunda fiesta para reunir a amigos y familiares en la casa de campo del intérprete, en Georgia, será el cimiento que siente las bases de una historia de amor definitiva.
Esa es al menos la convicción que expresó públicamente el oficiante que los declaró marido y mujer, Ryan Wolfe. En una entrevista a People, el afortunado maestro de ceremonias aseguró que la segunda relación de los dos enamorados durará una eternidad, ya que la complicidad y el afecto que ambos proyectaban en la llamada Little White Wedding Chapel no tenía comparación con las anteriores bodas que había oficiado.
"Absolutamente, se veía claramente el amor que se profesan. Se nota que de verdad se quieren y se preocupan el uno por el otro. Probablemente he oficiado unas 10.000 bodas a día de hoy, y he llegado a un punto en el que percibo muy bien esas sensaciones. Puedo decir que lo suyo es auténtico y real. Fue muy emotivo además, un momento especial para compartir entre ellos. Era real y evidente, desde luego", aseguró.