La imagen de Ivana Trumppuede no estar tan vigente, pero en los 80's y 90's era un referente de la mujer que no quiso perdonar una infidelidad y que hizo de ese triste momento uno que la llevó a convertirse en una mujer independiente, empresaria y que apareció en un cameo en Hollywood para revelar la que bien pudo ser su filosofía ante el divorcio.
Ivana aparece casi al final de la popular película The First Wives Club que protagonizaron Bette Midler, Goldie Hawn y Diane Keaton, en la que les recomienda: "Chicas, tienen que ser fuertes e independientes y recuerden… no se enojen con ellos, quítenles todo", algo que parece puso en práctica cuando le tocó no enojarse y llevarse todo cuando se divorció de Donald Trump.
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Sus primeros años
Ivana Zelníčková nació en la Checoslovaquia comunista, un entorno muy alejado del mundo cosmopolita en el que se convirtió en una empresaria que hizo del glamour su modus vivendi. Aunque al principio de su vida sí se esforzó por representar a su país; su papá quería que fuera la esquiadora más famosa y trabajó intensamente para lograrlo.
Alcanzó la oportunidad de unirse al equipo checo con la mira puesta a llegar a los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, pero al no ser seleccionada por el entrenador tuvo que seguir otro camino, se graduó de la Universidad Carlos, de Praga, como profesora en Educación Física, de ahí su silueta impresionante.
El destino la alcanzó y se mudó Canadá; en nuestro continente conocería a su primer esposo (1971), el también esquiador Alfred Winklmayr, de origen austriaco. Decidió dejar de lado el deporte de élite e incursionar en el mundo de la moda, en el que logró conquistar y codearse con lo mejor de la sociedad canadiense y la estadounidense.
Su matrimonio más famoso
Fue precisamente en Estados Unidos en donde captaría la atención de uno de los magnates más prominentes, Donald Trump, quien al ver el temple, tenacidad y determinación de Ivana no se detuvo hasta que, nueve meses después de que se conocieron, llegaron al altar. La sagacidad de él y las relaciones públicas que hacía ella, ayudaron a Trump a acrecentar su fortuna heredada.
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La pareja tuvo tres hijos: Donald Jr., Ivanka y Eric. Pero su unión se terminó cuando él cometió una infidelidad; la leyenda urbana asegura que la amante del millonario, Marla Maples, aspirante a actriz, le confesó a Ivana acerca de la aventura con su esposo. La empresaria no se quedó cruzada de brazos.
El divorcio más sonado
A los dos meses de esta confesión, que fue hecha en Aspen, Colorado, Ivana decidió que quería divorciarse y tomó las riendas de la separación, acusó a Donald de haberle dado un trato "cruel e inhumano", por lo que le exigió 25 millones de dólares y de ésos, 10 se los pidió en efectivo.
¡Ivana no se enojó, lo tomó todo!, como recomendaría años después. Se convirtió entonces en una figura que inspiraba a no dejarse pisotear y a reinventarse, para resurgir del mal momento como una mujer poderosa, con su emporio en la moda, consultorías sentimentales y también como autora de dos novelas.
Otros amores
En cuanto al amor, la checa no se limitó y lo encontró en dos italianos, el primero fue Ricardo Mazzucchelli, aunque tampoco funcionó, ya que después de 22 meses decidieron separarse. Pero llegó entonces Roffredo Gaetania di Laurenzana dell’Aquila d’Aragona Lovatelli, magnate de Ferrari, y su cuarto esposo Rossano Rubicondi, quien murió en 2021.
Ivana Trump murió hoy a los 73 años; en su cuenta de Instagram su hija Ivanka escribió: "Con el corazón roto por el fallecimiento de mi madre. Mamá era brillante, encantadora, apasionada y perversamente divertida. Modeló fuerza, tenacidad y determinación en cada una de sus acciones. Vivió la vida al máximo, sin perder nunca la oportunidad de reír y bailar".