Participar en las tres temporadas de ¿Quién mató a Sara?, de Netflix, le abrió las puertas a Polo Morín hacia un mundo alejado de las telenovelas y los foros de Televisa, que el actor de 31 años quiere explorar y, naturalmente, conquistar, luego de que gracias a la exposición que ganó con el personaje de Chema en el thriller de José Ignacio Valenzuela Chascas, fue que logró sumarse a la comedia romántica de corte gay Red, white & royal blue, en la que el mexicano compartirá créditos con la musa de Quentin Tarantino, la mismísima Uma Thurman.
Por ello, decirle adiós a una empresa y a un formato que para muchos actores nacionales representa una forma de vida y de llegar al público durante décadas, fue necesario para que Polo pudiera romper con el molde y comenzar, por fin, a alejarse de los personajes arquetípicos que le ofrecían en los melodramas que se producen en San Ángel.