No hay que dejarse engañar por la edad, la cara ni los discretos outfits de Orlando Bloom, porque debajo de esa sonrisa aniñada, de sus looks perfectamente escogidos y de sus 45 años de edad se esconde el cuerpo de un gladiador.
Y aunque en las alfombras rojas demuestre que es uno de los actores mejor vestidos de Hollywood, sabemos que al intérprete de Legolas en la saga de El señor de los anillos no tiene problema alguno en mostrar el envidiable y atlético físico que las horas en el gimnasio le han dado a una edad en la que muchos hombres sufren por, siquiera, mantenerse dentro de su peso ideal.