Para Guillermo del Toro "es bueno ser desobediente"
Vía remota el tapatío se unió a la recta final del 37 Festival Internacional de Cine en Guadalajara; recordó cómo el certamen le cambió la vida y habló de la creación de su 'Pinocchio'.
Guillermo del Toro no deja de sorprendernos, ayer te contamos en exclusiva que hizo gala de su "gran corazón" al ser el padrino de Carlos Hagerman y Jorge Villalobos en el Festival International du Film d'Animation d'Annecy (FIFA), en la que se realizó la première mundial de la película Home is Somewhere Else.
Hoy Del Toro, quien ayer abrió su cuenta oficial de Instagram —en la que tiene un solo post y 510 mil followers—, también apareció vía remota en el 37 Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) para recordar los momentos que vivió en el certamen, gracias al cual llegó al Festival Internacional de Cine de Cannes, y de su Pinocchio.
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La buena onda de Memo se notó a través de la gran pantalla de la Sala 2 del Conjunto Santader de Artes Escénicas y sus revelaciones, con respecto a su próximo proyecto, que por lo complejo de su realización, se ha convertido en uno de los más esperados, dejaron más que contentos a los estudiantes y la prensa que lo escuchan muy atentos.
Sin reparo, Del Toro quiso asegurar que su marioneta de madera será muy distinta a la que se ha visto hasta ahora en cualquier adaptación cinematográfica: "Me interesaba mucho que no fuera a favor de las buenas costumbres y la estructura que, a partir de otros Pinocchio, se decía que si eres desobediente es malo".
En su versión para Netflix, Guillermo lo que dice es que "es bueno ser desobediente, es bueno no seguir órdenes. La mayoría de los Pinocchio dice que si te transformas en niño de carne y hueso entonces eres verdadero, y yo no creo en esa transformación, yo creo que para ser quién eres no tienes que traicionar tu naturaleza".
Ese será el core con el que Del Toro dotará a su personaje. "Son cosas muy importantes", aseguró antes de revelar que su adaptación de la historia, "para mí está ligada a El espinazo del diablo, a Nightmare Alley, a El laberinto del fauno… es completamente del imaginario mío".
Este será, comentó Guillermo, un Pinocchio muy "personal. Lo que importa es si me conmueve, si me hace reír, me hace llorar, si lo entiendo. Evidentemente tiene que ver con la vida, la muerte, el amor. Qué es comportarse como un títere y qué es comportarse como un ser humano".
El cineasta reiteró que su cinta estará situada durante el periodo de Mussolini en Italia y ofrecerá reflexiones muy puntuales para quienes quieran verla: "Es preguntarte sobre los humanos que actúan como títeres, ¿qué son?, y los títeres que actúan como humanos, ¿qué son?".
En esta oportunidad Del Toro definió lo que para él significa ser un artista de la animation: "Es como un espía de otro planeta que mira cada movimiento y accidente que quiere recrear en animación". El realizador aceptó que a pesar de que animar ahora es económicamente viable, él tiene un compromiso; mantener vivo el stop motion.
"Para mí es la forma más sublime de hacer cine porque estás pintando por completo una realidad que jamás existió: desde la exhalación o el viento, lo mueves tú, todo lo haces", comentó Guillermo, quien se considera como un guardián, el que recogió la estafeta del vínculo que dejó Rigoberto Mora, impulsor de la animación de México.
El creativo compartió que una de las principales escenas de la cinta animada que ya tiene sus primeras imágenes circulando, tras presentarlas en Annecy, se realizó en el Taller de Chucho, un estudio de animación que impulsa el talento de la mano de la Universidad de Guadalajara (UdG).
En la producción de Pinocchio lo más complicado fue filmar en Guadalajara, pero fue importante para mí porque el amor que tengo con la animación no es una cosa pasajera; fue mi primer amor en Súper 8 (…) Al final lo que se trata de esto es defender el origen de lo que creía que era el cine. Para mí fue un regreso muy largo
En su paso a distancia por el 37 Festival Internacional de Cine en Guadalajara Memo recordó cómo, al lado de Jaime Humberto Hermosillo, le dio forma a este certamen, en el que en el primer año fue tesorero, chófer, proyeccionista, boletero y encargado de llevar a los invitados a las tortas ahogadas.
"En una cena en el FICG un programador me dijo que tenía una sección importante en Cannes y que le gustaría llevar Cronos. Era la Semana de la Crítica y eso me cambió la vida porque ganó ese año y fue importante porque habían pasado más de 30 años para que una película mexicana se llevara el premio, desde Buñuel", finalizó Del Toro.
