Un juez ordenó al ex marido de Britney Spears, Jason Alexander, no contactar ni molestar a la recién casada Princesa del pop por ningún medio, al menos, durante los próximos tres años.
Esto es lo que dicta la orden de restricción que recibió el ex esposo de Britney quien, además, fue acusado del delito grave de acecho, según dio a conocer el portal TMZ.
Jason Alexander se declaró inocente en la audiencia ante las autoridades que tuvo lugar este lunes 13 junio por los cargos derivados del inquietante incidente que protagonizó el jueves pasado, en el que realizó una transmisión en vivo entrando a escondidas al complejo habitacional ubicado en Ventura, California, donde Britney Spears se casó con Sam Asghari.
Afortunadamente, quien fuera el primer esposo de la intérprete de Toxic pudo ser detenido luego de ser interceptado por el personal de seguridad del lugar.
El juez que revisó el caso también agregó un cargo de delito grave de acecho, fijó la fianza de Jason Alexander en cien mil dólares y le ordenó entregar cualquier arma de fuego que pueda tener en su poder.
Tan sólo por el episodio del jueves, previo a la boda de Britney y Sam, Jason fue fichado por allanamiento de morada, vandalismo y agresión. Sin embargo, el sujeto todavía tiene que responder ante las autoridades judiciales del norte de California por otro caso donde se alega que cometió un robo.
Sobre ese otro incidente, una mujer afirma que Jason Alexander le robó un costoso brazalete mientras pasaba unos días en su departamento en 2015; el precio de la pieza sería de dos mil dólares, según el testimonio de la mujer.
La policía del condado de Napa, California, emitió una orden de arresto contra el ex esposo de Britney poco después en 2016, pero todo parece indicar que, hasta ahora, había esquivado a la justicia.
Sin embargo, después de que fue arrestado en la boda de la cantante y el modelo, reapareció la orden judicial; así que ahora también tendrá que responder por ese asunto.
