Kourtney Kardashian aprovechó su última aparición en el nuevo reality The Kardashian, que se estrenó el pasado mes de abril, para criticar sin tapujos el trabajo realizado por los productores del espacio televisivo que protagonizan ella y su familia, cuya trama de las últimas entregas gira precisamente en torno a sus planes de boda con el músico Travis Barker, que ya se han hecho realidad.
Kourtney Kardashian critica su propio reality show, ¿por?
En el último capítulo del programa, la mayor de las cinco hijas de Kris Jenner se queja amargamente, en conversación con su buen amigo Steph Shepherd, del particular proceso de edición del reality, que a su juicio se centra demasiado en las reacciones que ha venido desplegando Scott Disick, padre de los tres hijos que tiene la empresaria, ante la flamante historia de amor que protagonizan Travis y Kourtney.
Esta cree que los directivos de la cadena Hulu están más interesados en reabrir viejas heridas con su antiguo compañero sentimental que celebrar la nueva e ilusionante etapa sentimental de Kourtney, quien pasó por el altar hace dos semanas en una fastuosa boda italiana.
Como ha puesto de manifiesto en su charla, debidamente registrada por las cámaras, resulta muy "frustrante" para Kourtney que el programa siga acogiéndose a una "narrativa falsa", ya inexistente, en lugar de poner el foco en la felicidad que invade a los recién casados y a todos sus familiares.
Aunque Kourtney Kardashian y Travis Barker tuvieron una sencilla ceremonia civil para casarse legalmente en California, a la que únicamente acudieron la abuela de Kourtney, MJ Campbell, y el padre del baterista, Randy Barker, la ceremonia, que ya tuvo lugar en Italia, se convirtió en un espectáculo digno de la familia más célebre de Hollywood.
La ceremonia tuvo lugar en el Castello Brown, una antigua fortaleza medieval que fue acondicionada para celebrar la unión entre Kourney y Travis y a la que los invitados llegaron en distintas lanchas.
De acuerdo con información del portal TMZ, Kris Jenner llevó a Kourtney Kardashian al altar, vistiendo un vestido de novia blanco con un enorme velo en el que se ve la imagen del Virgen María. Mientras que Travis Barker esperaba a su novia luciendo un tuxedo negro con botas del mismo color.