Ni Janine ni Federica Quijano, al formar Kabah iba a llamarse 'María José'

Y no es que su nombre real, Janine Patricia, le moleste o le estorbe, pero hace justo 30 años, cuando se fundó Kabah, la posibilidad de surgir con una nueva identidad le ayudó a construir y consolidar su figura pública.

“Fitte era nuestra personal manager y ella y yo fundamos Kabah. Yo fui la de la idea de tener un grupito y cuando nos dijeron que nos podíamos cambiar los nombres dije ‘Qué cool’. A mí no me molestaba mi nombre. Todo el mundo me decía Jan, pero me dijo Fitte: ‘¿Por qué no te pones Federica?’.

“¡Y a mí me gustaba el nombre de María José! En ese entonces todavía no iba a entrar al grupo María José, pero la manager me dijo que no había ninguna famosa, más que Federica Armendáriz, que se llamara así, y que eso era una fortaleza”, recuerda.

Federica de Kabah: ¿Cuál es su verdadero nombre?

“Es un nombre muy especial”, fue lo que le dijo Fitte y de la noche a la mañana se dio el cambio. Hasta sus papás comenzaron a llamarla ‘Fede’. “Sólo una amiga mía desde la primaria, que es bien terca, me dijo: ‘Yo te voy a decir Jan toda mi vida’. Pero mis sobrinos no saben que me llamo Janine. Es como cuando tienes un apodo... como El Apio: nadie le dice por su nombre y se llama Héctor”.

Hace unas semanas, durante la votación de la Reforma Eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el centro del debate que se dio en las redes sociales, se volvió tendencia el “descubrimiento” de que Federica de Kabah se llama en realidad Janine Patricia Quijano Tapia, quien actualmente tiene 50 años de edad.

También le llovieron insultos, amenazas y un trolleo generalizado porque decidió votar a favor de la reforma pero, como siempre, lo que trascendió más fueron los memes.

“Más que por la reforma energética, los memes recientes salieron porque descubrieron que me llamo Janine. A ver: llevo desde septiembre siendo diputada y ahí está mi informe, mi nombre y apenas ahorita se dan cuenta. Pero la verdad es que eso me da mucha risa porque hay muchísimos artistas que se cambian el nombre: Juan Gabriel, Chayanne... ¿Cuál es la gravedad en ese asunto? Yo no la veo, pero me parece simpático”, comenta.

Federica Quijano: Al pasar… de la ‘cantada’ a la ‘polaca’

Mientras se prepara para la sesión de fotos en un salón del restaurante Casa Prunes, ubicado en la colonia Roma de la Ciudad de México, Federica sostiene que la gente tiende a encasillar a las figuras públicas, sobre todo cuando se dedican a la industria del entretenimiento. Pero una cosa es ser cantante y querer hacer películas, y otra bajarse del escenario para ocupar una curul en San Lázaro.

“La gente te etiqueta y es bien difícil salir de ella y decir que una también es mexicana y tiene el derecho de representar a las personas que considera que tiene que representar”, comparte. “A veces me dicen que me queda grande el puesto de diputada pero, ¿qué necesita un diputado para poder representar a un mexicano? ¿Necesitas una carrera? Sí, pero también necesitas ser ciudadano y debe haber una representación de ciudadanos en la Cámara, porque si todos son abogados o científicos, la parte personal y la parte humana se pierden, y creo que eso ha pasado mucho”, reflexiona la cantante.

Federica defiende su curul por el Verde, tanto de quienes la señalan por haber llegado por una diputación plurinominal, como de quienes pensaron que ella era otra más de los famosos que formaron parte de la campaña.

“Cuando di el paso de cantar a la política, todos me criticaron porque soy plurinominal y parecía que no había hecho nada para ganar el lugar, pero fui vocera de todo el partido. Todos los meses de campaña estuve caminando no solo un municipio, sino en todo el país. A veces me tocaban tres estados por día, acompañando a tres compañeros candidatos. Estuve toda la campaña sin ver a mis hijos, estuve trabajando de arriba para abajo y la verdad es que me gané mi lugar”, afirma.

El primer ataque que recibió en su nueva faceta fue cuando la gente pensó que había sido parte de ese paquete de influencers, porque el día de las elecciones publicó una foto, asegurando que violó la veda electoral. En ese momento, recuerda que tuvo “millones de unfollows”. Leía comentarios como: “Te dejo de seguir porque te vendiste”. Desde entonces y, sobre todo con el tema de la Reforma Eléctrica, Federica ha tenido que hacerse de una piel más gruesa y entrar al debate, tanto en la Cámara como en redes sociales, donde nunca rehúye de una discusión.

“Jamás me he escondido y todos los que han crecido conmigo saben que no soy una mujer calladita. Siempre he hecho lo que creo que es importante para mí, siempre he sido muy honesta en las cosas que digo, en lo que contesto”, comparte.

“No me habían tocado haters ni los considero como tal. A lo mejor no están de acuerdo con lo que yo estoy plasmando en ese momento y los respeto. Yo siempre aprendo de los buenos comentarios y de los malos”, afirma.

Federica Quijano... ¿vuela más alto?

Sin embargo, reconoce que las amenazas fueron un tema muy difícil, pues, dice, algunos empresarios le aseguraron que acabarían con su carrera cuando vieron que votó a favor de la reforma.

“Hubo amenazas de muchos empresarios de que iban a vetar mi carrera. Que se iba a acabar mi carrera política y de cantante. Como persona, sí te lastima, pues el hecho de que mi hija de 15 años escuche que su mamá es una vendida, una prostituta y no sé qué cuánto, duele. La verdad es que ella no tiene la culpa de las decisiones que yo tomo. Yo lo hice (votar a favor) por el bien de los que menos tienen y eso es una realidad. La reforma del 2013 no ha ayudado a nadie, a nadie le bajó la luz, las cantidades de contaminación que habían prometido se fueron al doble. No estoy diciendo que ésta también hubiera llegado a mejorar, pero yo quería nada más apoyar a la gente. Porque sí he caminado esos municipios y sé que hay gente que no tiene luz en sus casas porque no la pueden pagar”, asegura.

“Entiendo a la gente porque también soy mexicana y porque también estoy hasta la madre de que me vean la cara. Si bien es la primera vez que yo soy diputada, la verdad es que los diputados tienen muy mala fama”, dice.

Si alguien sabe de fama es Federica Quijano, pero una es la que se gana arriba de un escenario como cantante y otra al ser, por primera vez, servidora pública en un cargo de elección popular, lo que podría ser el inicio de una carrera dedicada de lleno a la política.

“Si la gente me da la oportunidad, sí me gustaría seguir en la política. Ahora veo que sí puedo hacer muchas cosas y muchos cambios, y eso me motiva a seguir”, concluye.