Con solo siete años, la actriz Alison Brie sufrió una desafortunada caída en el patio de su colegio que podría haber desembocado en una ceguera permanente.
La conmoción cerebral que padeció la ahora intérprete de 39 años como consecuencia de ese accidente, como lo reveló ella misma a su paso por el podcast Hypochondriactor, la llevó a perder temporalmente la visión y a reaccionar con "histeria" a la posibilidad de que tuviera que lidiar de por vida con tan complicada situación.
"Lo primero que recuerdo es que estaba en el asiento de atrás del coche de mi padre y no podía ver nada. Cuando cerraba los ojos, lo veía casi todo negro, pero también un poco de luz y algunas sombras", explicó la protagonista de series como Community en su sorprendente conversación.
"Me puse histérica y no podía parar de llorar. Me acuerdo de que intentaba abrir los ojos tanto como podía, porque no procesaba lo que estaba ocurriendo. Y parte de esa histeria tenía que ver con el miedo y la incertidumbre. Me iba haciendo poco a poco la idea de que estaba ciega", añadió con nerviosismo al revivir lo ocurrido.
Semejante perspectiva fue corroborada poco después por el médico encargado de gestionar su terrible caso, quien no tardó en someter a la pequeña Alison a un escáner para conocer el alcance de sus heridas.
"Sé que me hicieron una resonancia y que me tuvieron que dejar inconsciente, porque estaba demasiado alterada. Y dijeron a mis padres que, si no recuperaba la visión en las siguientes doce horas, probablemente me quedaría ciega el resto de mi vida", recordó.
Afortunadamente, esas tristes expectativas no se cumplieron y, diez horas más tarde, Alison ya era capaz de distinguir perfectamente los rostros de sus padres: "Estaban histéricos también. En cuanto me desperté me preguntaron nerviosos si podía verlos, y así era", señaló.
