¡Hace el viaje de su vida! Pablo Cruz-Guerrero protagoniza y produce ‘La Nave’
Las intrigas de Patricio Robles quedaron en el pasado, el actor de ‘Luis Miguel, La serie’ estrena la película que le tomó diez años llevar a la pantalla grande.
Hay historias que merecen ser contadas. El actor, escritor y productor Pablo Cruz-Guerrero está convencido de esto. Por eso, durante diez años, se dedicó a conseguir recursos y ensamblar el equipo que le ayudaría en la que es hasta ahora su más entrañable travesía cinematográfica.
Luego de ser el villano de la segunda temporada de Luis Miguel, La serie, Pablo escribe, produce y protagoniza La Nave, una película basada en la historia real de un hombre que, en pleno naufragio de su vida adulta, conoce a un pequeño que le muestra que en la vida todos tenemos un viaje personal que cumplir.
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“Yo estaba en búsqueda de escribir un proyecto que me generara la oportunidad de mostrarme al mundo y fue coincidentemente que conocí, durante esa época, a Miguel Pérez, al verdadero Miguel; el hombre en el que está basada e inspirada esta historia”, contó Pablo Cruz-Guerrero en exclusiva para Quién sobre el inicio de una aventura cinematográfica que le tomó una década completa para verla finalmente en la pantalla.
La Nave cuenta el increíble encuentro entre Miguel y el pequeño Gerardo, y cómo por distintas circunstancias nace entre ellos una amistad que los llevará en una aventura personal con tal de cumplir el sueño de este último.
Miguel es un locutor de radio que está decepcionado de la vida y cuya actitud negativa y cínica contrasta con el programa infantil que conduce, mientras que Gerardo es un niño diagnosticado con cáncer terminal, que sueña con subirse a la nave de Miguel para que lo lleve a conocer el mar, ya que su mamá no tiene los recursos para hacerlo.
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“La Nave es la historia de un personaje real que dedica su vida a ayudar a la gente, a tener un impacto social positivo y que no es el superhéroe de las películas, de los que ya estamos hartos con esta narrativa de siempre de ser justicieros.
“Me interesó la historia desde el punto de vista de un héroe que no le interesa ser justiciero, un héroe que sólo está ahí para mostrarse vulnerable, para ver en qué puede servir, para ayudar a cumplir los sueños de otras personas que no tienen los mismos recursos, que no tienen las mismas capacidades y en la búsqueda, en la intención de ayudar a esas personas, encontrar el sentido de su vida”, explicó Pablo.
Pablo recibió una invitación al programa que conduce el verdadero Miguel en Oaxaca y ese encuentro, que ocurrió hace exactamente diez años, encendió el motor del proyecto que este 12 de mayo llega a las salas de cine del país como La Nave.
“Recibí un correo entre abril y mayo de 2012, para hacerme la invitación a un programa cultural de Oaxaca, que coordinaba el Miguel real. Llego yo con mi esposa, en ese momento éramos todavía novios, llegamos a conocer a Miguel a Oaxaca. Ese día que lo conocimos, nos fuimos a comer y en esa comida nació esta idea”, recordó.
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En la cinta, participan Santiago Beltrán, quien interpreta a Gerardo, además de Maya Zapata, Rodrigo Murray, Paloma Arredondo, Héctor Jiménez y Lucía Uribe, quienes en la ficción ayudan al personaje de Miguel a cumplir el sueño de Gerardo y quienes representan la unión de voluntades que constató Pablo en las 400 personas que se sumaron a su película conforme fue levantando el proyecto.
“Esta película trata de la unión, de la pasión y de la importancia y el poder de la voluntad colectiva. Incluso cuando el personaje protagonista está resistente a permitirse tocar, a permitirse dejarse llevar por lo que le están ofreciendo las circunstancias alrededor de él, empieza a haber personajes que se van convenciendo de que subir a un niño en una nave para que vaya y cumpla su sueño de conocer el mar y pescar y estar con su mamá es posible, aunque no haya recursos.
“Eso para mí es lo más bonito. La voluntad colectiva que ves en de la película pasó afuera de la película para que contarla fuera posible”, aseguró Pablo.
Al igual que su personaje en la película, Pablo Cruz-Guerrero tuvo que correr de un lado a otro enfrentando y superando cuestiones técnicas, creativas, de edición, distribución y realización que, al final, se volvieron un viaje personal que lo marcó para siempre.
“¿Me aventaría a otra aventura así, de diez años? Sin duda, definitivamente sí. Por un proyecto en el que yo crea, uno que me mueva las tripas y el corazón, que me haga quedarme despierto y generar ideas y por el que esté dispuesto a dar mi tiempo, mi pasión, mi amor, mi dinero, mis sacrificios, todo.
“Sí, porque la acción de contar historias en todo lo que engloba esa definición para mí es lo que da sentido a mi vida. Como para el personaje de Miguel que era hablar, mandar su voz, a través de su micrófono, para tener un impacto social positivo, a mí me gustaría hacer lo mismo a través de las historias que cuento”, concluyó.