Este viernes, una explosión en el Hotel Saratoga, en La Habana, Cuba, redujo a escombros y zona de desastre el céntrico destino turístico en la isla en la que varios famosos de talla internacional se hospedaron durante su visita al país.
En el Saratoga se alojaron personalidades internacionales de todo tipo; desde la exótica bailarina Patricia Schmidt hasta la cantante Beyoncé con su esposo Jay Z, quienes eligieron el hotel para celebrar su aniversario de bodas en 2013.
Ozzy Osbourne quien visitó la isla en 2017 se hospedó en el Saratoga; sin embargo, el músico británico no sólo se quedó para vacacionar, pues también grabó un documental en este país.
El famoso diseñador Karl Lagerfeld también entra en la lista, ya que se quedó en el Hotel Saratoga mientras realizaba su pasarela en la isla. Fue con la primera pasarela que hizo en la temporada 2016-2017, en el Paseo del Prado, de La Habana, así como las hermanas Kardashian.
Madonna, quien se habría hospedado en una de las habitaciones más lujosas, debido a que escogió la Suite Capitolio para celebrar su cumpleaños 58.
Rihanna fue otra de las famosas que descansó en el Saratoga; así como Mick Jagger, el integrante de los Rolling Stones se hospedó en el resort cuando en 2016 ofrecieron un concierto.
Además de las estrellas de talla internacional, el mexicano Marco Antonio Solís también gozó de las comodidades que ofrecía el Hotel Saratoga, pues además, éste era uno de los hoteles más céntricos, pues saliendo de él se podía caminar hasta el malecón, el Parque Central, el Museo de Bellas Artes y el Gran Teatro de La Habana.
El lujoso edificio cuenta con una larga historia, pues fue construido a finales del siglo XIX, en principio, para tener almacenes, viviendas y casa de huéspedes. Para 1935 el hotel ya era considerado como uno de los más destacados de la capital cubana, y su fama aumentó al presentar el debut de la orquesta Anacoana.
Ahora, el edificio, que inició como un almacén de tabaco, perdió gran parte de su fachada. También quedó destruido un edificio cercano y parte de una escuela, donde varios menores resultaron heridos.
En el momento de la explosión no había turistas en sus instalaciones, ya que el hotel no había retomado su funcionamiento tras el cese de actividades provocado por la pandemia de COVID–19.
