Este miércoles la viuda y los seres queridos de Tom Parker le dieron el último adiós con un servicio religioso en la iglesia de San Francisco de Asís, que ellos afrontaron como una "celebración de su vida" y que se ha retransmitido a través de una pantalla gigante para que los fans del músico pudieran seguirlo desde el exterior.
El emotivo funeral de Tom Parker de The Wanted
El ataúd con los restos mortales del cantante recorrió las calles de Petts Wood, al sur de Londres, en una carroza tirada por tres caballos y adornada con la palabra 'papá' en un lateral y el nombre de Tom formado con rosas rojas en el otro. A la entrada de la iglesia había un arreglo floral con las palabras Glad You Came, que se traduce como 'me alegro de que hayas venido' y que hace referencia a uno de los sencillos de mayor éxito que publicó con la banda The Wanted.
Cientos de fans presenciaron en silencio el recorrido del cortejo fúnebre encabezado por su esposa Kelsey y el emotivo momento en que dos de los compañeros de grupo del fallecido, Max George y Jay McGuiness, ayudaron a transportar el féretro al interior mientras sonaban la canción Champagne Supernova de Oasis.
La música jugó un papel muy importante a lo largo de toda la ceremonia, que incluyó una actuación en directo de Ollie Marland, con quien Tom había formado el dúo Lost + Found, para interpretar una versión de You Raise Me Up y otra de RuthAnne Cunningham, que cantó Handbags And Gladrags y Amazing Grace.
Tom falleció diecisiete meses después de que le diagnosticaron un tumor cerebral inoperable y luchó hasta el último momento mientras daba la bienvenida al mundo a su segundo hijo, Bodhi, que amplió la familia que Kelsey y él habían formado con su hija de 2 años Aurelia.
La esposa del cantante pronunció un discurso durante el servicio religioso en el que recordó que ellos se conocieron en un bar justo cuando Tom comenzaba a ganar notoriedad con The Wanted y que él le aseguró entonces que sería demasiado famoso como para tener novia, pero nunca más volvió a separarse de ella.
"Recuerda que te quiero una vez más de las que jamás podrías llegar a decir. Siempre serás mi ángel en el cielo. Si el amor hubiera podido salvarte, habrías vivido para siempre. Te quiero", fueron las últimas palabras que le dirigió a su esposo antes de depositar una flor sobre su ataúd, que fue sacado de la iglesia mientras sonaba la canción Gold Forever de la banda que hizo famoso a Tom.