Victoria Beckham se la pasó en grande durante la boda de su primogénito Brooklyn y Nicola Peltz que se celebró el sábado pasado. Sus allegados aseguran que la ex Spice Girl se sintió especialmente cómoda en la fiesta que tuvo lugar en el soleado estado de Florida, pero hasta ahora no había trascendido que la artista también experimentó sentimientos encontrados tras el gran evento familiar.
Una vez que se disipó el entusiasmo que la invadía ante la ceremonia, Victoria empezó a reflexionar sobre el paso del tiempo y, sobre todo, acerca del hecho de que su "bebé", como todavía se refiere al mayor de sus cuatro hijos, ya es un hombre casado y más que dispuesto a formar su propia familia.