Ludwika Paleta ha construido una carrera como actriz que le ha permitido brillar frente a las cámaras y en los escenarios desde 1989, año en el que debutó en la telenovela Carrusel con el icónico personaje de María Joaquina Villaseñor.
A lo largo de más de 30 años de trayectoria artística ha interpretado toda clase de personajes y ha vivido infinidad de anécdotas en la ficción, entre ellas algunas escenas de besos que bien vale la pena recordar.
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Este 13 de abril, en la celebración del Día internacional del beso, es un buen pretexto para revivir dos importantes momentos en la carrera actoral de Ludwika Paleta que hablan de la gran transformación que han tenido los medios audiovisuales en nuestro país.
Y es que el primer beso de Ludwika Paleta, en plan romántico y frente a las cámaras, ocurrió como parte de la trama de la telenovela El abuelo y yo, junto a Gael García Bernal, que se convirtió en el primer melodrama de corte infantil que mostró un beso entre dos personajes que dejaban de ser niños para entrar en la pubertad.
La producción de Pedro Damián, que se transmitió en 1992 por el Canal de las Estrellas de Televisa, cuidó todos los detalles de la escena en la que los personajes de Alejandra y Daniel hablan sobre los sentimientos que cada uno tiene por el otro, para culminar con un breve beso en los labios y un abrazo, mientras la cámara gira alrededor de ellos.
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Después de que participaron en El abuelo y yo, Ludwika, Gael y el resto del elenco adolescente de la telenovela, junto con el actor Jorge Martínez de Hoyos, realizaron un montaje teatral inspirado en el melodrama y, en adelante, cada uno continuó desarrollando su carrera.
Lo cierto es que hay que recordar que hacia el final de la telenovela Carrusel, producida por Valentín Pimstein y dirigida por el mismo Pedro Damián, Ludwika ya le había dado un beso en la mejilla al actor Pedro Javier Viveros, cuando María Joaquina reconoce finalmente el buen corazón de Cirilo en la historia transmitida entre 1989 y 1990.
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Ludwika Paleta ha participado en distintas producciones televisivas, principalmente en el género del melodrama, como Amigas y rivales, María la del barrio o Niña amada mía, en las que el arco de sus personajes y los intereses románticos de éstos han hecho que las escenas de beso frente a las cámaras se volvieran una constante, como sucede en los casos de muchos otros actores. Además, la actriz ha demostrado su versatilidad en distintas obras de teatro como Razones para ser bonita, Un dios salvaje o Grito al cielo con todo mi corazón.
Sin embargo, Ludwika Paleta volvió a vivir un momento emblemático en su trayectoria y, gracias a otra escena de beso, generó conversación hacia finales de 2021.
En la era de las plataformas de streaming y como parte de la trama de Madre solo hay dos, que está disponible en Netflix, Ludwika Paleta protagonizó dos besos con la actriz Paulina Goto.
Primero, en una escena en el que Ana, personaje de Ludwika, está intoxicada y eufórica, y más tarde, cuando Mariana (Paulina) le hace una confesión y la besa, pero no recibe la respuesta que esperaba.