En 1967 se estrenó Los Caifanes, una de las películas más populares de la época porque en aquel entonces rompía con los convencionalismos de la industria del cine y reunía a un elenco casi desconocido que, al paso del tiempo, se convertiría en el más representativo de diversas artes.
Los concursos de cine experimental de 1965 y 1967, organizados por la sección de Técnicos y Manuales del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC), abrieron la puerta a jóvenes provenientes del teatro, la literatura y las artes plásticas interesados en expresarse a través de un medio que se había convertido en el favorito de las nuevas generaciones de artistas.