Paul Herman, conocido por su constante aparición en películas y shows de televisión de gángsters, un nativo de Brooklyn que también formó parte de los elencos en las series The Sopranos y Goodfellas, murió el martes en su cumpleaños número 76. La causa de la muerte no ha sido revelada.
Su muerte fue confirmada por Michael Imperioli, un ex compañero de reparto de Los Soprano, quien describió a Herman en una publicación de Instagram como "un gran hombre".
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Imperioli también destacó de su colega que fue "un narrador de primera clase y un gran actor... Paulie vivió a la vuelta de la esquina durante los últimos años y me alegro de que hayamos podido pasar un tiempo juntos antes de que nos dejara".
Michael, quien interpretó a Christopher Moltisanti en la exitosa serie de HBO, escribió en el conmovedor tributo. "Lo extrañaré. Mucho amor para su familia, amigos y comunidad de actores y cineastas". Paul era conocido por su interpretación del traficante de heroína convertido en dueño de una pizzería y club, Peter Beansie Gaeta en Los Soprano.
Lorraine Bracco, quien interpretó a la psiquiatra Jennifer Melfi de Tony Soprano en el programa, también rindió homenaje a su coprotagonista en Twitter. "El gran y único. Un alma cariñosa con un gran sentido del humor, Paulie Herman. Descanse en paz", escribió.
El amado actor también apareció en Once Upon a Time in America, Silver Linings Playbook, CopLand, Analyze That, American Hustle y la epopeya criminal de Martin Scorsese The Irishman junto al ganador del Premio de la Academia Robert DeNiro.
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Su compañero Tony Danza llamó a Herman "uno de los mejores muchachos de todos los tiempos. Un gran actor y un gran amigo”. El artista de 70 años agregó en un tuit: “Si visitaste la ciudad de Nueva York desde Los Ángeles, él era el director de entretenimiento. Todos te extrañaremos mucho, Paulie".
La actriz británico-estadounidense Frances Fisher calificó la muerte de Herman como el "fin de una era". Expresó también que Herman fue "amado por todos. Desde los viejos días de Nueva York en Cafe Central & Columbus hasta las noches de la costa oeste en Ago, Paulie siempre tenía una sonrisa y una mesa".
Fisher enfatizó en que tuvieron "décadas de recuerdos en todos los refugios y aldeas imaginables. Un actor, un jinete, un hombre de la ciudad, un poco loco por la salud, un amigo de confianza en el fondo"