Uno de los momentos más sublimes de la película Mujer bonita ocurre cuando Edward Lewis (Richard Gere) invita a Vivian a la ópera (Julia Roberts), para lo cual, ella usa uno de los vestidos más icónicos en la historia del cine de Hollywood.
Se trata de un vestido largo de color rojo con escote atrevido en forma de corazón y un drapeado en la cadera de influencia egipcia. Edward se lo regala para viajar juntos a San Francisco, California, y disfrutar de la ópera La Traviata que conmueve a Vivian hasta las lágrimas.