Momentos inolvidables se han vivido en los premios Oscar a lo largo de sus 93 ediciones, pero también existen aquellos chuscos, bochornosos e insólitos. En Quién hacemos un repaso por ellos, previo a la entrega número 94 que se llevará a cabo este 27 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles, para reconocer a lo mejor del cine a nivel mundial.
La primera entrega de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (AMPAS, por sus siglas en inglés), ocurrió el 16 de mayo de 1929 mediante una cena en el Hotel Roosevelt de Los Ángeles. La entrada para el público costó cinco dólares y el evento duró sólo 15 minutos.
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Un hombre desnudo en el escenario
Uno de los recuerdos imborrables en el historial de la presea, sucedió en 1974 cuando un hombre desnudo apareció sobre el escenario durante la transmisión en vivo, precisamente en el momento que el presentador, David Niven, revelaría a la ganadora por Mejor Película. Aquel hombre fue Robert Opel, un activista por los derechos de la comunidad LGBT+. Se acercó al frente e hizo la señal de amor y paz.
El atrevido beso de Adrien Brody a Halle Berry
Fue tanta la emoción de Adrien Brody al saberse merecedor del Oscar que, al subir escenario por su premio al Mejor Actor por El Pianista, sorprendió al público y a la propia Halle Berry (quien lo presentó) al plantarle un beso en los labios.
"Cuando terminé de besarla, ya estaban mostrando el mensaje que decía 'Sal del escenario, tu tiempo se ha acabado'", recordó el actor en entrevista durante el Festival de Cine de Toronto.
Björk vestida de cisne
En 2001, la cantautora islandesa Björk, nominada al Oscar por Mejor Canción Original en Bailando en la oscuridad, acudió vestida de cisne. A su paso por la alfombra roja, la intérprete posó para las cámaras, se levantó el vestido y, literal, puso un huevo en el piso, lo que le valió críticas además de lo extravagante de su atuendo.
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El discurso más largo
Otro acontecimiento destacado sucedió el día en que la actriz Greer Garson dio el discurso más largo de agradecimiento. Al recoger su premio por La señora Miniver, en 1942, habló durante más de cinco minutos. Desde entonces se han tomado medidas como que la orquesta interrumpa al ganador con música o se desaparezca el micrófono elevador.
Entre lo insólito se recuerda cuando en 2000 una remesa de 55 estatuillas fue robada de un muelle de carga semanas antes de la gala. La mayoría fue recuperada gracias a Willie Fulgear, un ciudadano que las encontró cerca de un vertedero en el barrio coreano de Los Ángeles. Como recompensa, la Academia lo convirtió en su invitado especial a la ceremonia de ese año.
La broma para Tom Hanks
En 2001, el presentador Steve Martin leyó una supuesta nota adjudicada al FBI, en la que se decía que Tom Hanks era el responsable de las amenazas de secuestro recibidas por Russell Crowe días antes de la gala (los dos estaban nominados al Mejor Actor). El actor Hanks siguió la broma, puso cara de avergonzado y le murmuró a su esposa: “Te dije que lo iban a descubrir”.
La penosa equivocación
Uno de los memorables epic fail sucedió en la edición de 2017 cuando estaba a punto de darse a conocer al ganador por Mejor Película por parte de Warren Beatty y Fane Dunaway. Al actor se le notaba nervioso y luego de abrir el sobre anunció a La la Land como ganadora. El elenco y la producción del filme subió al escenario para recibir el premio y en medio de los discursos, se corrigió a Moonlight como triunfadora. Parecía broma, pero no lo fue.
La caída de Jennifer Lawrence
Otro gran tropiezo fue el de Jennifer Lawrence cuando en 2013, mientras subía al escenario para recoger la presea como Mejor Actriz por su papel en Silver Linings Playbook, pisó su largo vestido y se cayó sobre uno de los escalones. Sin embargo, se levantó y siguió adelante pese a la vergüenza.
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La selfie más famosa
Si de momentos chuscos se trata, hay que mencionar cuando Elle DeGeneres, quien en 2014 fue la presentadora del Oscar, logró la selfie más famosa hasta ahora conocida, al reunir en un mismo cuadro a Meryl Streep, Bradley Cooper, Brad Pitt, Channing Tatum, Jennifer Lawrence y Julia Roberts. La imagen se compartió millones de veces y fue motivo de infinidad de memes, así como de diversas imitaciones.
Aunque no ocurrió durante alguna de las ceremonias, en 1999 Gwyneth Paltrow ganó el premio Oscar por Shakespeare apasionado. En aquel tiempo declaró que lo mantenía al interior de una bodega y no en su casa porque “esa cosa” le daba miedo; mientras que Russell Crowe, Mejor Actor en 2001 por Gladiador, confesó que el galardón se hallaba en el gallinero de su rancho, en Australia, porque inspira a sus gallinas a poner huevos más grandes.
En tanto, Jack Nicholson, Mejor Actor en 1976 y 1998 por Atrapado sin salida y Mejor, imposible, respectivamente; y como Actor de Reparto en 1984 por La fuerza del cariño, admitió alguna vez que utiliza las preseas para colgar sus sombreros.
En el baño es donde estuvieron los Oscar de Jodie Foster como Mejor Actriz en 1989 y 1992 por Acusados y El silencio de los inocentes. Tuvo que retirar los Oscar hasta que la humedad los empezó a dañar.