En 2002 la emoción fue total, en el escenario del (entonces) Kodak Teathre la primera afroamericana se alzó con el Oscar a "Mejor Actriz" por su participación en Monster's Ball. Ese fue uno de los icónicos momentos que el recinto, famoso por ser "la casa" del premio de The Academy of Motion Picture Arts and Sciences (AMPAS) nos regaló, pero no fue el único.
El recinto del ahora Dolby Teathre, localizado en Hollywood & Highland Centerit, es un reflejo de lo que sucede en nuestra sociedad; los discursos de los ganadores o de los homenajeados han sentado precedentes para la conversación, como el del mexicano Gael García o el de la máxima nominada Meryl Streep, en la era Trump.
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Además de los momentos históricos que los asistentes, en alguna de sus tres mil 332 butacas, han visto, el propio edificio guarda sus secretos, magia y peculiaridades, desde un cambio de nombre por la evolución natural de la industria hasta que se retiren simbolismos considerados como de un legado racista.
La construcción del hogar del Oscar comenzó en 1997, la inversión fue de 94 millones de dólares y se le encargó a David Rockwell, quien además de ser un prominente arquitecto también tiene en su resemate un Tony (por "Mejor Diseño Escénico" de She Loves Me), un Emmy (por el diseño del escenario de los Oscar de 2010) y ser miembro del salón de la fama de James Beard.
En un dato curioso, David vivió en uno de los lugares con más tradición cinematográfica mexicana, Guadalajara, Jalisco. Con su Rockwell Group fue el encargado de levantar the house of the Oscars y el año pasado le dieron el reto de construir los escenarios para por primera vez tener dos sedes: en la Union Station de Los Ángeles y el Dolby Teathre.
Pensado para el glamour y la televisión
El teatro fue pensado para ser glamuroso, como las personalidades que recibe cada año y para que cumpliera con los requisitos técnicos de una transmisión de televisión mundial en vivo (con una posición permanente de cámara principal). La innovación también alcanzó a la orquesta que se encarga de marcar los tiempos para evitar que los discursos se extiendan.
Los músicos ensayan en la Capitol Studios Tower previo a la ceremonia, y desde hace algunos años tocan en vivo desde ahí y con la ayuda de fibra óptica se escuchan en el Dolby. Pensado para albergar la fiesta más importante del cine estadounidense, sigue la tradición neoyorquina de un gran salón de baile (que atiende en exclusiva Wolfgang Puck).
La entrada es triunfal, inspirada en el Campodiglio de Miguel Ángel en Roma y la coreografía de Busby Berkeley. La bienvenida la da una escalera de caracol con barandales que son de madera de cerezo; el toque estrella es una cúpula plateada elíptica y elevada. Hay columnas que tienen los nombres de los ganadores a "Mejor Película", desde 1928 y con espacio hasta 2071.
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El vestíbulo tiene cinco niveles y en cuatro hay un espacio reservado para 26 imágenes de famosos ganadores de la estatuilla que se exhiben permanentemente, también —en el George Eastman Room— hay un Oscar real, que le fue entregado a Eastman Kodak Company por los logros científicos y técnicos de la compañía y el servicio a la industria.
Otra curiosidad es que la AMPAS renta el espacio por cuatro semanas para darle el feeling de la ceremonia, el acceso es restringido y sólo pueden entrar colaboradores, prensa e invitados. La excepción es el público que se acerca a las vallas para ver pasar a las celebridades en la más concurrida alfombra roja del planeta.
Durante 20 años el teatro llevó el nombre de Kodak, que fue considerado uno de los patrocinios corporativos no deportivos más importantes. En el lado más sentimental, desde que se abrió el teatro y hasta la ceremonia 78ª, la "Mejor Película" se producía con película Kodak; en la parte comercial tenía ese nombre por la asociación de marketing con la Eastman Kodak Company.
Tras la bancarrota de la empresa se llamó The Hollywood and Highland Center, pero con un nuevo patrocino volvió a modificar su identidad; gracias a que los Laboratorios Dolby cerraron un contrato para convertirse en los nuevos patrocinadores hasta 2032, ahora se conoce como The Dolby Theatre.
Estos elefantes tan característicos desaparecerán este 2022.(Flickr/David Merrett)
Retiran guiños racistas
La arquitectura del Hollywood & Highland Center mantuvo guiños l escenario de Babilonia de la película Intolerancia, que a pesar de que fue un hito del cine silente, tiene vínculos a causas racistas, por eso desde 2021 se comenzó una remodelación que incluyó que se quitaran los elefantes de la plaza principal y se hará un sitio más atemporal, a mediados de 2022.
