Luego de un reinado como Miss Universo que duró sólo siete meses, la mexicana Andrea Meza demuestra que la rapidez con la que han ocurrido las cosas en su vida fue lo mejor que pudo haberle pasado.
Tras sumarse a las filas de Telemundo, la chihuahuense de 27 años avanza en su carrera a toda velocidad y se da tiempo para impulsar temas que son importantes para su persona.
Publicidad
Para Andrea Meza, tercera mexicana en coronarse como Miss Universo, los años recientes han pasado en fast-forward, y aunque resulta desgastante, no ha pensado en bajar la velocidad y, por el contrario, se mantiene enfocada en seguir avanzando.
“No voy a mentir, ha sido complicado, pero yo siento que doy lo mejor de mí cuando tengo mil cosas que hacer. Me siento mejor, más productiva, me siento más realizada y estoy en ese punto en el que salgo de trabajar y digo ‘¡Qué fregón!’”, contó Andrea en exclusiva para Quién.
Dentro de esa lógica de andar siempre “a las carreras”, Andrea se dio tiempo para prepararse para correr un medio maratón el próximo domingo 20 de marzo, a beneficio de la fundación Smile Train, organización que apoya a familias con niños que nacieron con labio leporino y paladar hendido.
Y aunque Andrea reconoció que tuvo que parar el entrenamiento luego de lastimarse un tobillo, decidió que no iba a rendirse en su intento por cumplir esta nueva meta.
Publicidad
“Tuve un percance, me lastimé un tobillo, tuve que parar el entrenamiento; pero dije que no me voy a rendir. Y si lo tengo que caminar, lo voy a caminar, porque yo me comprometí con la fundación y pues el próximo domingo 20 de marzo estaré corriendo 21 kilómetros”, expresó.
Andrea Meza conoció Smile Train a través de Miss Universo y de inmediato se sintió conectada con la labor que realizan. Durante su reinado visitó la Ciudad de México en distintas ocasiones para ser testigo de cómo trabaja la fundación e incluso estuvo en el quirófano cuando le realizaron la operación a un bebé de tres meses a quien le cerraron el paladar y el labio.
“Yo les dije ‘quiero seguir trabajando con ustedes, aunque yo ya no tenga el título’. A mí me gusta la causa y más porque trabajan de corazón y porque ves el cambio en la vida, no solamente de los niños, sino de las familias”.
“Porque no es nada más una cirugía, es terapia del habla, terapia de alimentación. Es también un psicólogo que les ayuda a sentirse incluidos en la sociedad. Es todo un conjunto de acciones lo que Smile Train provee y por eso quiero seguir trabajando con ellos”, contó Andrea.
Publicidad
Por ello, cuando la contactaron para invitarla a participar en la carrera, en la que cada competidor debe recaudar al menos mil dólares para participar, mismos que se destinan a ésta y otras beneficencias, no lo dudó ni un momento y comenzó su entrenamiento.
Además, el reto le vino como anillo al dedo a Andrea, pues como amante del running, uno de sus grandes sueños es correr, al menos, una media maratón y qué mejor que hacerlo si al mismo tiempo puede generar un impacto positivo en la sociedad.
“Cuando apoyas en esta maratón a una fundación, y no solamente está Smile Train, sino que hay varias fundaciones que se afilian con la carrera, necesitas juntar aunque sea mil dólares para poder participar. Imagínate todo lo que se puede recaudar y a la vez ejercitarte y a la vez pasártela bien. Es maravilloso”, enfatizó.
Andrea Meza reconoció que en el pasado pensaba que para poder hacer un cambio significativo era necesario tener su propia fundación, como las de algunas celebridades que donan millones, o una iniciativa que fuera reconocida a nivel mundial. Pero ahora tiene claro el mensaje que busca enviar a la gente.
“Yo les diría que lo prueben y que se van a enamorar y que no necesita ser una acción gigantesca. Nosotros, con nuestra aportación, incluso en nuestra propia colonia, en nuestra propia comunidad, podemos hacer un cambio”, afirmó Andrea.
Ahora que se abre camino con un trabajo nuevo en Miami, adonde se mudó con su novio, Ryan Antonio, la mexicana Andrea Meza reconoció que, además de emocionante y satisfactorio, el cambio ha sido complicado.
“De pronto esta carrera, ese ‘corre corre’ de la vida, me pegaba y yo llegaba cansada y llegaba llorando, de lo agotada que estaba, pero mi conversación interna era ‘¿Estoy haciendo lo que me gusta? ¡Sí! ¿Me apasiona? ¡Sí! ¿Está siendo difícil? ¡Sí!’.
“Lo acepto, estoy cansada, a veces me equivoco, pero ese es el camino que tengo que seguir porque yo ya lo viví, en otro aspecto muy diferente, y ya sé que al principio siempre es difícil. Pero sé que, al final, cuando estás haciendo lo que te apasiona, todo se resuelve y todo encuentra su camino y todo es cuestión de paciencia y también de estar rodeada de personas que me quieren y que me impulsan a salir adelante”, concluyó.