La ética profesional y la lealtad que tiene Jacob Elordi por la producción de Euphoria son a prueba de todo, según dejó claro el actor recientemente.
El australiano de 24 años rechazó las acusaciones hechas por extras del programa sobre que las grabaciones se realizan en un ambiente tóxico que los afecta principalmente a ellos.
La popularidad de la serie Euphoria se vio salpicada por acusaciones de comportamientos inapropiados y tóxicos en el set de rodaje y eso no le gustó a Jacob.
Hace unos días varios extras hablaron con el portal Daily Beast acerca de las "condiciones infernales" en las que supuestamente se grabó la segunda temporada, con jornadas que se alargaban hasta 18 horas y que provocaron que muchos "cayeran como moscas".
Sin embargo, Jacob Elordi insistió en una entrevista que todo el equipo y el elenco trabajan duro porque graban el equivalente a varias películas para cada temporada.
"Aunque no hace falta sufrir, para mí hay un gran valor en el trabajo duro. Y, cuando veo la serie, puedo notar cada hora que invertí personalmente en el set, y puedo sentirlo cuando voy por la calle y me doy cuenta de que la gente adora la serie.
“Ése fue siempre mi sueño, y si no estoy en un foro, no sé lo que estoy haciendo", aseguró en una entrevista con Variety.
De acuerdo con las versiones de los extras, Sam Levinson, creador de la serie, acostumbra decidir qué escenas se graban cada día, sobre la marcha, lo que habría causado una pesadilla a nivel logístico.
Tras recibir varias quejas, un representante del sindicato de actores acudió a supervisar que se estuvieran respetando todas las directivas y HBO aseguró que no se abrió ninguna investigación formal.
A título personal, Jacob considera que todo el elenco, tanto protagonistas como actores secundarios, está “muy protegido" y dice que no se les exige ningún sacrificio que el resto del equipo no esté dispuesto a realizar.
"Esa es mi familia. Si yo trabajo muchas horas, Sam trabaja el doble, y Zendaya trabaja el triple. Estamos todos juntos en esto", añadió el actor.
