Kim Kardashian no sólo se está separando de Kanye West como su esposa, sino que, aparentemente, también está buscando su propio estilo en la moda, cambiando a la firma Balenciaga, que ha sido la favorita del rapero por muchos años, por Prada.
La empresaria fue captada en Milán, durante la Semana de la Moda, con un estilo totalmente distinto al que ha apostado en los últimos años. Esta vez, Kim, de 41 años, optó por tres trajes masculinos de la colección Otoño/Invierno de Prada, todos diseñados por Raf Simons.