Cuando se anunció que Nicolas Cage interpretará a Drácula en su próximo proyecto cinematográfico, a nadie le sorprendió demasiado que hubiera aceptado un papel que podría estar hecho a su medida debido a su obsesión con todo lo paranormal.
Precisamente su fascinación en torno a los fenómenos paranormales, lo llevaron a comprar hace tiempo una mansión en Nueva Orleans que perteneció a Delphine LaLaurie, socialité estadounidense y asesina en serie que se volvió famosa por haber torturado y asesinado a un gran número de esclavos afroamericanos.