“Estoy tan en paz y tan tranquila porque todos los días de mi vida le dije cuánto lo amaba y llevo su enseñanza, su legado. Él me enseñó a venerar, a honrar y amar mi carrera. Gracias a todos ustedes, pero hasta el final de sus días [estuve en contacto con él], y todos los días hablaba con él, por eso hablen con la gente que aman, honren a sus padres, a la gente que de verdad aman, todos los días háblenle, díganle lo mucho que los quieren porque somos muy frágiles”, dijo Lisset al borde del llanto.
Posteriormente, la intérprete relató: “Hasta el último momento mi hermana Denise, que fue la que tuvo el valor de entrar a terapia intensiva desde el primer día, fue quien sostuvo siempre su mano y lo revisaba y hablaba con él y le ponía su música preferida”.
La artista recordó lo fuerte que fue su padre al enterarse de la enfermedad que padecía. “Con mucha filosofía lo tomó él, para nosotros fue un golpe muy fuerte, pensábamos que estaba a tiempo, pero un cáncer linfático es muy agresivo. Él es un titán, lo puse en mi Instagram, es un titán, ¡qué manera de ser tan fuerte!, su cuerpo aguantó ¡muchísimo!”.
De la misma forma, Lisset alabó a su mamá, quien acompañó a su papá durante cinco décadas. “Mi mamá que es mi héroe y la persona que me queda, mi pilar, lo cuidó 50 años, cumplieron 50 años el 3 de enero de ser pareja, y lo cuidó y lo amó... fue el amor de su vida”.