Uma Thurman también sufrió depresión, incluso en su mejor época luego de sus dos éxitos Kill Bill y Pulp Fiction. Según lo aclaró mientras esto ocurría, ningún éxito en su carrera recompensaría sus dos matrimonios fracasados ni tampoco ser una madre soltera. Por suerte, Thurman encontró una salida mediante el yoga, encontrando gracias a su práctica el equilibrio emocional.
Una de las estrellas más conocidas del pop, Lady Gaga, admitió públicamente que estuvo padeciendo depresión y ansiedad a la revista The Mirror. La cantante señaló que “pese a que fue una época complicada”, aprendió que eso no podía destruir “lo grande que en ella reside”.
Demi Lovato estuvo durante tres meses en rehabilitación en 2010 tras padecer desórdenes alimenticios, trastornos bipolares y autolesionarse. Dos años más tarde, optó por contar su problema al mundo “e inspirar a la gente para buscar ayuda a sus problemas”. En una entrevista para la revista Teen Vogue, confesó que “durante mucho tiempo estuve intentando ser alguien que no era y fui muy infeliz. Cuando salí y dije: ‘Soy humana, tengo problemas y quiero compartirlos’, fue cuando empecé a conectar de verdad”.
La gimnasta Simone Biles ya había hablado antes de su trastorno de déficit de atención e hiperactividad, pero durante los pasados Juegos Olímpicos se convirtió en embajadora no oficial de la salud mental cuando abandonó la competición por problemas de depresión y ansiedad, priorizándose a sí misma sobre el oro olímpico. La gimnasta, como otras de sus compañeras el equipo estadounidense, sufre muy probablemente un trastorno de estrés postraumático por los abusos sufridos a manos del médico Larry Nassar, juzgado y condenado por abusar sexualmente de más de 250 jóvenes.
Zayn Malik quiso normalizar por su parte los trastornos alimenticios que afectan también a los hombres, comparativamente mucho más invisibilizados por el estigma que asume que la anorexia o la bulimia son "enfermedades femeninas". En su autobiografía, el cantante reconocía que durante sus giras con One Direction pasaba días sin comer. Abandonar el grupo de música y buscar ayuda fueron la respuesta: "La gente a menudo se asusta de admitir dificultades, pero no creo que deba haber ninguna vergüenza por algo que es una realidad."