Britney Spears ha demostrado en las últimas semanas, y de qué manera, pues ha sorprendido a sus seguidores con fotografías desnuda, que está sacando el máximo partido a su recobrada libertad, todo ello después de 13 años de estar sujeta en una abusiva tutela judicial que la tenía oprimida a todos los niveles.
De hecho, el pasado fin de semana la princesa del pop admitió haberse tomado su primera copa de vino en más de una década, y poco antes protagonizó una escapada vacacional con su prometido, Sam Asghari, que en otros tiempos habría sido excesivamente supervisada, si no prohibida, por su padre Jamie.