Nicole Kidman reveló que durante el rodaje de la cinta Las Horas sufrió una gran depresión al interpretar a Virginia Woolf tras su divorcio con Tom Cruise.
Mientras charlaba en el programa This Cultural Life de la BBC, Kidman confesó que hubo momentos donde se dejó llevar por el espíritu del personaje mientras rodaba las escenas del proyecto.
Publicidad
“No sé si alguna vez pensé en el peligro. Estaba tan metida en ella... quiero decir, puse las piedras en los bolsillos y me metí en el río. Una y otra vez. Probablemente, no tuve en cuenta el peligro lo suficiente”, manifestó sobre la escena de suicidio en el río Ouse.
Y agregó: “Virginia fluyó a través de mí. Yo era un recipiente prácticamente abierto para que esto sucediera. Y creo que Stephen (Daldry, el director de la película) fue muy delicado conmigo porque lo sabía”.
Posteriormente, la actriz de 54 años aseguró que durante muchos años estuvo “profundizando y atravesando muchos paisajes diferentes de salud mental, de pérdida, de alegría”.
Por tanto, en este momento se considera más consciente del tiempo y de sus amistades. “He crecido con ellos, me han enseñado, me han formado y me han visto, y ese es un hermoso viaje para emprender. Espero que todavía continúe, pero lo valoro. Definitivamente no quiero cerrarme a medida que envejezco. Quiero ser más abierta, estar más disponible y ser más libre”, recalcó.
Además de hablar sobre su experiencia al interpretar a Woolf, Kidman aprovechó la ocasión para referirse a los episodios que atravesó en relación a la salud mental, asegurando que a lo largo de su vida ha “profundizado y pasado por muchos paisajes diferentes de salud mental, de pérdida, de alegría...” y dijo que ahora es mucho más “consciente” del tiempo y de que está cerca “de algunas de las mentes más grandes del mundo”.
Sobre el fin de su matrimonio con Tom Cruise, con quien tiene dos hijos adoptados, Bella y Connor, ya se pronunció en una entrevista en 2012 en la revista Who, en la que admitió que tuvo que encontrar su camino “a través de la depresión” y que aquella experiencia fue parte de su “crecimiento”.
También explicó que parte de ese estado se debió a que pensó que nunca podría tener un hijo biológico después de que fallase el tratamiento de fertilidad y sufrir varios abortos espontáneos y un embarazo ectópico. Sin embargo, en 2008, la actriz, ya unida a su actual pareja, el cantante Keith Urban, dio a luz a su hija Sunday Rose. En 2010, ambos se convirtieron en padres de otra niña, Faith Margaret, nacida a través de un vientre de alquiler.