De esta manera, el intérprete de Maggie May y su hijo de 41 años no tendrán que comparecer en un tribunal ni habrá proceso judicial, además de no tener que pasar tiempo en la cárcel.
Los hechos se remontan a la noche del 31 de diciembre de hace dos años, cuando Stewart y su hijo mayor, Sean Roderick, mantuvieron una disputa con el guardia Jessie Dixon, que les negó la entrada a un evento privado en el lujoso hotel Breakers Palm Beach, al norte de Miami, y el altercado escaló hasta llegar a los golpes.
Según documentos judiciales, Dixon dijo que Sean se le enfrentó, él lo hizo retroceder y el hijo del cantante supuestamente respondió empujándolo. En medio del forcejeo, el rockero se acercó al guardia de seguridad y le lanzó un puñetazo en el pecho.
Posteriormente, el cantante, de 76 años y que en 2016 fue nombrado caballero por la reina Isabel II, dijo que el guardia se había mostrado beligerante aunque ofreció disculpas por el incidente.