Sandra Bullock se encuentra en plena promoción de la cinta The Unforgivable que se estrenará el 10 de diciembre en Netflix. Aunque la actriz no ha parado de trabajar y ahora elige proyectos que no se interpongan en su vida personal, uno de sus más grandes logros y su principal prioridad en la vida son sus hijos adoptivos: Louis y Laila.
Sandra Bullock habla del racismo que han vivido sus hijos
La vida amorosa de la actriz, de 57 años, atravesaba por una mala racha tras su divorcio con Jesse G. James en 2010, pero eso no fue impedimento para cumplir su sueño de convertirse en mamá. En ese mismo año, Bullock anunció que adoptaría a Louis, de apenas tres meses y medio, mientras que Laila llegó a su vida en 2015. Desde entonces, la vida de Sandra cambió de manera radical ya que además, sus dos hijos son afroaemericanos.
Durante una charla exclusiva en el programa Red Table Talk con Jada Pinkett Smith, Willow Smith y su abuela, Adrienne Banfield-Norris, se abrió al hablar de su más grande reto en la maternidad: el color de piel de sus hijos. “Desearía que tuviéramos el mismo”, admitió Bullock. Y es que la actriz admite que de ser así, las cosas serían distintas cuando salen a la calle. “Sería más fácil la forma en la que la gente se acerca a nosotros. En general, las personas no comprenden que tengo los mismos sentimientos que una mujer de piel morena o blanca con bebés morenos o blancos".
“Es una dinámica natural entre madre e hijo, no hay color”, intervino Willow, hija de Will Smith. Y todas le dieron la razón a Sandra pues en ocasiones, la familia Pinket-Smith también ha sido víctima de racismo y entiende a la perfección de lo que hablaba la actriz quien espera que esa distinción de color ‘algún día desaparezca y podamos ver a la gente de color con otros ojos’.
Para Sandra Bullock el hecho de ser una mamá famosa nada tiene que ver cuando se trata de la educación. “Cuando me voy de casa, me extrañan y cuando estoy ahí soy molesta. Así es exactamente como debería ser”, admitió. Y aunque Louis y Laila ya comprenden y están mucho más conscientes del trabajo que desempeña Sandra como actriz, solo le ‘hacen fiestas’ cuando llega a casa con regalos. “Si llego con donas, soy la mamá más increíble de este mundo”, bromeó durante la charla.
Lo único que agradece de su profesión es que ahora tiene tiempo suficiente para poder criar a sus hijos. “Soy muy afortunada por tener tiempo suficiente para verlos crecer, saber quiénes son y los amo. No podría estar más orgullosa”, reconoció la protagonista de Bird Box quien prácticamente ha podido administrar su vida personal con la profesional sin descuidar ninguna y a la vez, entregándose en cuerpo y alma a las dos.