Britney Spears disfruta desde el pasado viernes 12 de noviembre, de una más que batallada libertad tras 13 años sometida a una tutela legal y económica "opresiva" y muy restrictiva de sus derechos fundamentales.
Aunque por el momento su último administrador financiero sigue ejerciendo sus labores para hacer efectivo el traspaso de poderes a la intérprete, lo cierto es que la estrella por fin tiene motivos sólidos para sonreír.
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Según fuentes de su círculo más cercano, Britney Spears reaccionó al dictamen de la jueza Brenda Penny con una mezcla de "risas y lágrimas", incapaz todavía de asimilar que finalmente había recobrado su autonomía personal y financiera tras más de una década a al cuidado de su papá, Jamie Spears, quien por cierto se mostró favorable a terminar con este arreglo judicial en cuanto la jueza lo relevó de su cargo.
"Lloraba y se reía al mismo tiempo. Le costaba entender que, después de tantos años, la pesadilla por fin había terminado", reveló un informante en conversación con la revista People.
"Está muy agradecida con todo el mundo que le ha ayudado en este proceso", aseguró la fuente, quien es cercana a la "Princesa del pop".
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Tan pronto como se comunicó oficialmente la noticia, Britney Spears recurrió a sus redes sociales para publicar un video que retrataba a un grupo de fans celebrando su 'puesta en libertad' con vítores y confetti, ubicados todos ellos a las puertas de la corte de Los Ángeles donde se tomó una decisión histórica para la intérprete.
Entre ellas, que Britney podrá centrarse ya en los preparativos de su boda con Sam Asghari, de quien dijo que solo se convertiría en su esposo cuando ella fuera una mujer libre.
"Dios mío, ¡quiero tanto a mis fans! Es una locura, creo que me voy a pasar el resto del día llorando. ¡El mejor día del mundo! Alabemos al Señor... ¿Puedo conseguir un amén? #Britney liberada", escribía llena de felicidad ante el fin de su tutela.