Este 12 de noviembre se decidió terminar con la tutela de Britney Spears, por lo que ahora la estrella podrá vivir con la libertad con la que ha soñado durante casi 14 años.
La cantante y sus abogados acudieron este viernes a un tribunal donde se llevó a cabo la última audiencia en la que se decidiría si por fin iba a recuperar o no el control total de su vida, carrera y finanzas.
La jueza Brenda Penny decidió que La Princesa del Pop estaba lista para hacerse cargo de nuevo de su vida en general, por lo que el final de la tutela se hizo efectiva de manera inmediata.
Si bien ahora la cantante retomará el control de su vida, carrera y finanzas, eso no significa que la atención psiquiátrica haya terminado.
Su tutora actual, Jodi Montgomery, creó para ella un un plan gracias al cual Spears seguirá con sus terapias y con médicos para guiarla en esta nueva etapa de su vida, en la que se hará cargo de sus propias acciones.
Fue en 2008, luego de una crisis psiquiátrica, cuando un juez decidió que Britney Spears no podía hacerse cargo de su vida personal y profesional, por lo que se otorgó su tutela en parte a su papá, Jamie Spears.
Luego de las presiones de los fans, argumentos de su tutora actual y del testimonio de la propia Britney, la jueza Penny decidió que Jamie se retirara de la tutela, argumentando que durante el tiempo que él se hizo cargo de su hija se había generado un ambiente tóxico para ella. "La situación actual es insostenible".
Según contó la propia Britney, su papá le hizo la vida miserable, e incluso llegó a poner micrófonos en su recámara para espiar todo lo que hacía y decía. Además, culpó a su familia por cruzarse de brazos mientras los responsables de velar por su bienestar la convertían virtualmente en una prisionera.
