Blake Lively, de 34 años, ha puesto una pausa en su carrera actoral para dedicarse de lleno a sus hijas. La esposa de Ryan Reynolds, de 45, siempre supo que quería ser mamá y el trabajo que esto implicaría en su vida.
Ahora, disfruta ver crecer a James, de 6 años, Inez, de 5, y Betty, de 2, muy de cerca porque está consciente de que "las niñas la necesitan". Sin embargo, la actriz quiere que comprendan que además de ser mamá, tiene identidad propia.