Marlene Favela nunca quiso ser mamá y de hecho, jamás tuvo el llamado instinto maternal. Sin embargo, desde que supo que estaba embarazada su vida dio un giro completo y ahora, afirma, es más feliz que nunca.
Durante la entrevista que dio en el podcast Sin Rodeo con Jomari Goyso, la actriz de La desalmadacontó cómo fue que cambió su manera de pensar.
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“Cuando me di cuenta que estaba embarazada lloré como una loca, lloré en ese momento con mi esposo mucho de felicidad porque no la estábamos buscando y llegó como de: ‘¡wow, dios mío¡, ¿qué es esto?’, contó Marlene Favela.
Sobre el nulo instinto maternal que tenía antes de su embarazo, la también empresaria reveló: “Cuando tú no conoces algo, no lo extrañas o no lo añoras. Yo nunca me vi como mamá porque tenía una vida tan ocupada y con mucho trabajo y me quería comer al mundo y se me hacía una gran responsabilidad traer un hijo y no era algo que yo necesitara para ser feliz. Sin embargo creo que si yo hubiera sabido que esto iba pasar y así, hubiera tenido 20 Bellas”.
La protagonista de telenovelas como Pasión y poder agregó que Bella, producto de su fallido matrimonio con el empresario australiano George Seely llegó a su vida en la edad perfecta.
“Me derrito por mi hija. Afortunadamente fui mamá después de los 40 y no sabes cómo he disfrutado a mi hija. Siento que si hubiera sido mamá antes hubiera dicho ‘no es el momento’. Llegó a mi vida y me hace muy feliz".
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Una vez que supo que sería mamá, Marlene Favela se encerró en una especie de burbuja en la que no dejó entrar a nadie.
“Desde el primer instante que supe que Bella venía como que de una forma egoísta, yo decidí guardarme en una cajita de cristal. Me acuerdo perfecto que dije: ‘estoy embarazada, no quiero que nada externo, interno ni mío afecte a mi bebé. Quiero que nazca perfecta, quiero que se sienta un embarazo feliz, que es amada, que es esperada".
"Le dije a mi mami: ‘Si algo pasa, si el mundo se va a acabar mañana, no me quiero enterar mientras pase mi embarazo’. Me fui a una playa todo mi embarazo y era felicidad: era oír música, ver cada semana que iba creciendo, cómo se iba desarrollando Bella. Le hablaba, le cantaba”.
Finalmente, Marlene Favela comentó que aunque hipotéticamente se veía con un niño, al saber de su embarazo pidió tener una niña.
“Al principio yo no sabía que era niña y siempre tuve en la mente que iba a ser mamá de un niño si algún día fuera mamá, porque tampoco lo tenía en mis planes. Le pedí a dios que fuera un niño o una niña sana, pero si me quieres hacer muy feliz, que sea una niña porque me entró ese instinto de ‘quiero una muñeca en mi casa’; me la imaginaba, y la quería conocer, quería saber cómo era.
“Ella me trajo seguridad, felicidad, paz. Yo nunca había experimentado las cosas que experimenté cuando supe que venía”.