El pasado viernes, la conductora Luz María Zetina se despidió del programa Sale el Sol, emisión en la que participó los últimos años, siendo esa una de las primeras producciones de Imagen Televisión en su nueva etapa.
Sin embargo, Luz María sentía que era tiempo de avanzar y de permitirse tener mayores libertades en cuanto a su tiempo se refiere.
"Amo profundamente el programa, a mis compañeros, fueron cinco años de compartir todo con ellos desde súper temprano, la energía y poder morir de risa todos los días junto a ellos; es algo que definitivamente voy a extrañar mucho", compartió en entrevista.
Sobre los crecientes rumores de una posible nueva contratación en otro canal, Luz María es tajante en su respuesta: "Es completamente falso".
"La verdad es que ya necesitaba darme un poco más de libertades para hacer con mi tiempo lo que para mí es prioritario. Mi hija mayor estudia en Los Ángeles, mi otra hija empezará la secundaria, mi pareja está en Houston, de pronto sentía que necesitaba aprovechar mejor mis tiempos junto a ellos", explicó Zetina.
Lo de la otra televisora, no hay nada apalabrado, firmado, nada, me quiero concentrar en un libro que estoy haciendo a manera de legado para mis niñas. Crecí sin mi mamá y siempre he tenido ese chip de 'qué pasaría si un día les falto yo a mis hijas', quiero también reconectar con la actuación y poder administrar mis proyectos
Para cerrar ciclos, la conductora recomienda siempre agradecer, planear y, sobre todo, escucharse a uno mismo. "Yo estaba súper bien, Imagen apostó por mí y yo por ellos, pero la verdad es que sentía que ya era el momento de crecer, de avanzar y seguir proyectando.
"Creo que lo importante es saber escucharse, puede estar todo bien, pero si tu voz interna te dice que es tiempo de irte, vete, evidentemente debe haber mucha planeación, visualización y hasta ahorros, pero es importante cerrar lo que no nos permite seguir, sea lo que sea, relación de pareja o laboral", puntualizó Luz María.
Finalmente, Zetina compartió que se tomó un break de cinco días en el caribe mexicano para poder cerrar por completo su etapa laboral.
"Ahora que voy regresando y veo el sol por la ventana, pienso que es un lujo que no me había dado en años, definitivamente el horario es lo que menos echaré de menos, porque aunque soy una morining person, te cambia todo el ritmo, no puedes ir a fiestas, no puedes desvelarte o pagas las consecuencias al otro día, incluso era muy triste ver que dejaba a mis niñas todavía dormidas", relató.
