En 1995 Luis Miguel dio un gran paso en su carrera al grabar para todo Latinoamérica Sueña, tema principal de la película El Jorobado de Notre Dame.
Además de grabar la canción, Luis Mi también grabó el video; según la serie, bajo la dirección del argentino Gustavo Garzón, que se vio en muchos países y con el que reforzó su participación en la exitosa cinta.
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Pese al éxito, según Luis Miguel, la serie, El Sol odió hacer ese video, ya que significó un fuerte golpe a su ego… y no fue el único que recibió.
El episodio 1 de la tercera y última temporada cuenta que Micky acudió muy puntual para grabar su participación en el video, que por cierto era muy sencilla: Luis Miguel cantando en un foro, con imágenes blanco y negro.
Pero resulta que luego del primer corte le dijeron que ya había quedado, que no era necesario que hiciera más tomas, ya que sus escenas se intercalarían con las de la película. Un Luis Miguel sorprendido no entiende cómo es que no aparecerá en todo el video, ¿cómo es posible que no requieran más de sus imágenes?
Se molesta, pero como en esta ocasión la batuta la lleva Disney, no hay nada más que hablar. Y, efectivamente, en la vida real el video intercala a Luis Miguel con escenas de la película. Pero esa no ha sido la única ocasión en la que El Sol ha recibido un golpe a su ego.
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La tercera temporada plantea, por ejemplo, que la primera vez que Mariah Carey aceptó ir a cenar con él, una chica se acercó para pedir una foto… pero no a LuisMi, sino a la cantante, cosa que lo desconcertó. En otra escena, Mariah lo invita a cenar a su casa. Al llegar, se sorprende porque no es una cena íntima, sino más bien una fiesta, cosa que él no esperaba.
Lo peor quizá viene cuando los invitados le preguntan a qué se dedica… cuando en aquella época, fines de la década de los 90, Luis Miguel era la más importante figura en Latinoamérica.
Ahí no acaba todo. Cuando empieza con su relación con Mariah, por primera vez en su vida no será el "macho alfa", ella no sólo era más famosa que él, sino que también llevó en gran parte la voz de mando en la relación.