El ex presidente de Estados Unidos Barack Obama no ha tenido problema en admitir abiertamente que siente cierta envidia de su buen amigo Bruce Springsteen, con quien comparte a día de hoy el popular podcast Renegades, en relación con su legendaria carrera musical.
Barack Obama reconoce que siempre quiso ser un ‘rockstar’
Al margen de sus éxitos en la política, lo cierto es que el ex mandatario demócrata soñó en alguna que otra ocasión con llevar un estilo de vida más propio de las estrellas del rock, pero su falta de talento musical y la política (que tomaría más tarde su trayectoria profesional) se lo impidieron.
"¡No tengo ninguna duda de que los políticos somos en realidad estrellas del rock fallidas! Creo que todos hemos soñado alguna vez con tener una vida como la de Bruce, pero nos ha faltado el talento", dijo entre risas Obama en conversación con el presentador Graham Norton en su programa del canal BBC One.
Eso sí, Obama también ha revelado que en sus ocho años como inquilino de la Casa Blanca, entre 2008 y 2016, tuvo oportunidad de ejercer como anfitrión de algunas de las fiestas más alocadas que se han celebrado nunca en la mansión presidencial, aunque nunca habría podido prever en un principio que esos convites desembocarían en semejantes niveles de descontrol.
"He visto gente portarse un poco mal, por no decir de formas que jamás habría imaginado, justo debajo de los retratos de George y Martha Washington.
La verdad es que organizamos fiestas geniales allí, y nos dimos cuenta de que en esas ocasiones hay personas que no tienen intención de irse pronto a casa si se lo están pasando bien. A veces se extendían más de lo debido", compartió.