Además de la custodia de sus cuatro hijos en común, otro de los asuntos más complicados que Kim Kardashian y Kanye West han tenido que abordar durante su divorcio es quién se quedará la impresionante mansión de Hidden Hills en la que vivían juntos hasta hace poco.
Kim le paga a Kanye West millonaria cantidad por su parte de la casa familiar
Además de la custodia de sus cuatro hijos en común, este era uno de los asuntos más importantes a resolver en el divorcio.
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Según los documentos presentados ante el Tribunal Superior de Los Ángeles la semana pasada y obtenidos por la revista People, la casa fue tasada por un experto independiente en junio de 2020. Finalmente la estrella de Keeping Up With the Kardashians acordó pagar a su antiguo esposo 20 millones de dólares por el edificio, que cubre la inversión inicial que realizaron para hacerse de la propiedad. También desembolsó una suma adicional de otros 3 millones por todos los acabados, muebles, accesorios, electrodomésticos, piezas de coleccionista, plata y arte que se encuentran actualmente en el interior.
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Kim y Kanye compraron la casa en 2014 y trabajaron muy duro con el arquitecto Axel Vervoodt para convertirla en la casa familiar de sus sueños, que en su caso era el equivalente a un monasterio futurista en una paleta de blancos. A lo largo del proceso de reforma, tanto el matrimonio como sus hijos se mudaron con Kris Jenner, la mamá de Kim, y no pudieron entrar a vivir a su hogar hasta diciembre de 2017.
Cuatro meses más tarde, la propia Kris reveló que el valor de la casa se había disparado desde los 20 millones de dólares que la pareja había pagado inicialmente por ella hasta la asombrosa cifra de 60 millones.
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