Hace unos días La Princesa del pop consiguió que la jueza que está revisando su situación legal obligara a su padre Jamie Spears a renunciar al cargo de tutor que él había ocupado de forma casi constante desde que se aprobó una polémica medida en 2008 para colocarla bajo la supervisión de terceras personas.
El ex marido de Britney apoya el final de su tutela
Las noticias que han trascendido hasta ahora acerca de lo que opinan sus allegados sobre la posibilidad de que ella recupere el control sobre su vida son contradictorias.
Esta misma semana la propia cantante dio a entender vía Instagram que ni su madre ni su hermana la habían apoyado mientras permanecía encerrada durante meses en una casa sin acceso a un teléfono o a un coche, pero las dos aludidas se han posicionado en contra de Jamie en los últimos tiempos para denunciar los abusos de poder que habría cometido al frente de la carrera y la vida personal de su famosa hija.
Ahora el exmarido de la artista de 39 años, Kevin Federline, aseguró por medio de su abogado que estaría encantado de que Britney pase más tiempo con los dos hijos que tienen en común -Sean, de 16 años, y Jayden, de 15- si se pone punto final a su tutela porque considera que los dos adolescentes se beneficiarían de la desaparición de todo el estrés que su madre soporta actualmente.
"Si Britney quiere ver a los niños, puede verlos. Obviamente no sabemos si la tutela continuará, pero mientras los niños estén debidamente supervisados y a salvo, y Britney sea capaz de garantizarlo sin la presencia de un tutor, entonces a Kevin le parece bien", dijo su representante legal Mark Vincent Kaplan.
Según los rumores, Britney culparía directamente a su propio padre del régimen actual de visitas que le impide pasar tanto tiempo como le gustaría con sus hijos, ya que en 2019 se aprobó una orden de alejamiento que impide que Jamie se acerque a sus dos nietos a raíz de un altercado doméstico. En la práctica, como él seguía siendo el tutor de la artista, ella tampoco podía verles a menudo.